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No es cosa de brujería, ni hay que darles un tratamiento especial para que surta efecto este prodigio. En ocasiones un limonero nos obsequia con frutos de formas poco racionales, parecen haber hechos con saña y aunque su sabor y sus cualidades aromáticas siguen intactas puede que sean menos apetecibles. Los limones de estética poco agraciada se dan en un pequeño porcentaje de la producción. No muchos saben que el responsable es un ser de tamaño microscópico.

Nuevamente las redes sociales muestran que no solo sirven para exponer en ellas aspectos superficiales o negativos. El conocimiento que se desprende de esta publicación es una muestra de ello. El usuario Jaume Rigo, a quien ya conocimos en una anterior publicación en Ultima Hora sobre los sabores ancestrales de frutas del otoño en Mallorca, ha compartido en Facebook los secretos de los limones deformes, y a muchos ha sorprendido con su explicación.

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Al parecer el responsable de estas líneas tan caprichosas es un pequeño ácaro. Por suerte su acción no influye para nada en el desarrollo del fruto, y este puede consumirse como si tuviera unas proporciones perfectamente simétricas.

Según Rigo, este hecho sugiere que no existe «necesidad de ensuciar la naturaleza con un acaricida. Si alguien lo ha pensado, que descarte la idea, por favor, y que disfrute del resultado aleatorio de la alteración en la forma de sus limones».

Las picaduras del ácaro llamado de las maravillas son las responsables que se esconden tras este misterio. Se trata de un diminuto ácaro que pertenece a la familia de los Eriophidos al que se denomina Aceria sheldoni. Mide algo más de cien micras y no se le puede ver sin lupa; posee dos pares de patas y carece de ojos.