Sirvent tiene una producción limitada a 35 animales al año. | Gabriel Vicens

TW
4

La carne de vaca japonesa Wagyu está considerada la más famosa del mundo por ser exquisita e inigualable. En España tan sólo hay poco más de media docena de ganaderías que crían este tipo de ganado Wagyu. Una de ellas está en Mallorca, en Son Bellut (Santa Maria), propiedad del reconocido escultor Josep Maria Sirvent, afincado desde hace 40 años en la Isla.

Después de muchos viajes a Japón donde expuso su obra escultórica, y ante el desconocimiento que había tanto en Europa como en España de estas vacas, Sirvent hace diez años se adentró en la aventura de montar su propia ganadería. «En aquel momento aquí había un desconocimiento absoluto del Wagyu, prácticamente nadie sabía de este tema», explica.

Por ello, el primer paso fue, a través de Estados Unidos y Australia, comprar embriones que los colocaron a vacas portadoras; así empezaron a nacer los primeros animales, «creando nuestra propia ganadería con la genética que queríamos trabajar, las razas Wagyu Tajima y Ximane, que son las variedades que han salido fuera del Japón y que son las más interesantes por la infiltración que presenta la carne», comenta Sirvent.

Imagen de las reses pastando en el campo.

Es la única raza que provoca esta infiltración; dentro de su musculatura, en las partes nobles, produce una cantidad de grasa que hace que le dé un sabor especial a la carne.

«Hemos conseguido una buena genética y unos buenos sementales; y tuvimos la suerte que nacieran hembras, hecho que facilitó la reproducción».

Las vacas pueden quedar preñadas a partir de los 19 meses –aunque depende de la morfología de cada animal–. Transcurridos los nueve meses de embarazo, pueden parir a los 24 meses. Los que no son para reproducción, sino para carne, se sacrifican a los 36 meses para su comercialización. La carne va destinada principalmente a la restauración y también a la venta directa, por cajas de 2,5 kg que se suministran a través de la página web Wagyumallorca.com una modalidad muy de moda últimamente.

En Son Bellut prima la alimentación, la genética y el bienestar animal, lo que incide en la posterior infiltración que caracteriza la carne. Gran parte de la comida de éstos animales se produce en la misma finca, ya sean cereales (cebada, avena, trigo xeixa) o pastando en invierno. De ahí que estén tramitando administrativamente la producción en ecológico. Su producción es limitada, 35 animales al año.

Además de la carne Wagyu 100 %, Wagyu Mallorca, desde sus inicios, ha lanzado al mercado una carne única y pionera que no se ha podido probar hasta ahora. Se trata de un cruce del mejor Wagyu 100 % japonés con la Vermella Menorquina, raza Talayótica. Esta menorquina no se ha seleccionado para el cruce solamente por ser un producto local y ampliamente conocido, sino que su carne tiene una serie de características que complementan a la del Wagyu a la perfección. Es muy apreciada por su sabor, terneza y su delicadeza en el paladar, la combinación de ambas ofrecerá una experiencia única al comensal.