Los voluntarios trabajaron en la extracción de las semillas de diferentes tipos de tomates.

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Finales de agosto es el momento de empezar a recolectar semillas para poder hacer plantel de tomate. Para ello, la Associació de Varietats Locals (AVL) de Mallorca convocó a un grupo de voluntarios para colaborar en la extracción de semillas; en ésta ocasión se extrajeron de las variedades de tomate autóctonas de Cor de bou, Muchamiel y de las de ramellet (ferro, banyalbufar y canyisset).

Las tareas empiezan con la extracción de toda la semilla del tomate y con el mismo caldo que hace se va dejando dentro de cestos de goma u otros recipientes para que fermente, entre 24 y 48 horas, dependiendo de la temperatura. Para una buena fermentación cada cierto tiempo se va removiendo para que fermente todo por igual. En ésta ocasión, -la jornada de extracción convocada hace unos días en el vivero Bio Estel de LLevant-, tardó 30 horas.

Durante el proceso sale un capa blanca arriba y eso sirve para separar la pulpa de la semilla. La semilla tiene como capa protectora que lo que hace es protegerla dentro del fruto para que no se dañe de diferentes acciones, aunque para conservarla más tiempo es necesario quitar esta capa, y con la fermentación ésta se desprende más fácilmente, explica la técnica de la AVL, María Massanet. Con este proceso, toda la semilla de buena calidad para hacer plantel se va al fondo del recipiente, donde está el caldo, y por decantación y con la ayuda de un poco de agua se separa de la pulpa, de la piel y de todo lo demás. A continuación la semilla se limpia con agua y se pone sobre cribas para que se seque.

Un momento del taller organizado por la asociación AVL.

Para que no quede húmeda y germine, para ayudar en el secado, se colocan unos ventiladores. Cuando esté bien seca ya estará lista para ensobrar para su posterior multiplicación y venta para cuando venga la temporada de sembrar tomates.

Todo el proceso de preparación se puede hacer de diferentes maneras. Maria Massanet explica que, por ejemplo, que algunos tomates no se podrán aprovechar y se utilizan para otros menesteres, se trituran con una máquina de triturar higos chumbos un poco adaptada. Mientras que, los de más cantidad se parten por la mitad y con un cuchillo o cuchara se van extrayendo todas las semillas, así los voluntarios que colaboraron con las tareas se pudieron llevar a casa tomate para hacer salsa o empotar.

Además, con los restos de los tomates que no se trituraron se aprovechó para hacer una cata para conocer, con el sabor, la diferencia que hay entre las de ramellet (que habitualmente se comen restregadas sobre pan) y las de ensalada.

Además de semilla para plantel de tomate, durante la jornada se extrajeron semillas de perejil mallorquín y de zanahoria morada. También se extrajo de cebolla. En éste caso se quita, primero, con la mano de la flor, y se coloca dentro de un barreño con agua. La semilla buena se va abajo mientras que la suciedad queda arriba. Después se seca la semilla y ya está a punto para hacer plantel.