Rafel Figuera explica que tienen 32.000 plantas en Son Mesquida. | Gori Vicens

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En pleno otoño se terminan las producciones de verano y entramos de lleno en la época de matanzas. Uno de los productos estrella en la matanza del cerdo es el pimentón y la variedad autóctona de Mallorca es el tap de cortí.

De color rojo intenso y brillante, con un pronunciado sabor dulzón de aroma agradable, se ha puesto de moda con una especial relevancia en el panorama gastronómico, no sólo para la elaboración de sobrasadas o sus derivados, sino en la alta cocina, como condimento o simple decoración al servir un plato. Pero, hasta que llega a nuestro paladar, el pimentón pasa por todo un proceso agrícola.

La zona del llogaret de Son Mesquida, en Felanitx, con su característica tierra de call vermell es una de los sitios de la isla más idóneos para su cultivo. Rafel Figuera, ingeniero agrícola y socio fundador de la marca Agromart, explica que en la zona de Son Soler (en Son Mesquida) éste año han sembrado unas 32.000 plantas de esta variedad autóctona y 6.000 de pebre covent, que también se usa para la elaboración de la sobrasada, pero para paladares más fuertes. Rafel, explica que las plantas del pimentón tap de cortí son de producción anual, como cualquier otra variedad de pimiento. El proceso empieza en el mes de enero, cuando elaboran su propio plantel. En marzo se trasplanta y se protege con una especie de manta térmica para evitar las heladas que todavía pueden darse en esta época del año.

Su cuidado no es muy especial aunque, como todo, necesita. El agua es la base que ayuda a una buena producción. Se tiene que estar vigilante para tratar el hongo de la cendrada, por si aparece; así como también la mosca blanca que a veces también ataca. Aunque el tap de cortí al ser una variedad autóctona está muy bien adaptado y no suele dar problemas.

Empieza a producir, habitualmente y salvo excepciones climatológicas, a finales de julio y hasta ahora. En el año 2019, explica Rafel Figuera, con el buen tiempo de finales de octubre después de algo de lluvia ha hecho que madurara y que todavía se recoja. En cambio, si hubiera hecho mal tiempo, a las plantas le caerían las hojas y la producción se para. Así, «el año 2019 la producción se ha podido estirar al máximo», explica. De cada planta se recoge entre un kilo y kilo y medio, de este último peso el tiempo tiene que acompañar y se puede decir que ha sido una producción muy buena.

Después de unos años en decadencia, la producción de este pimentón vuelve a estar en auge. Casi se llegó a perder, pero –recuerda Rafel gracias a Pimentón Moll de Pòrtol esta semilla se conservó y a día de hoy, además de en Son Mesquida y gracias a la labor de Marc des Plató que ya sembraba hace 40 años, en la isla se siembran miles de plantas.

En esta plantación de Agromart, una vez recogido es llevado a Pòrtol, donde lo elaboran, primero tostándolo en un horno de leña de encina y después de todo un proceso es empaquetado y servido a las tiendas. Los hay que con el pimiento entero, hervido, también lo aprovechan para hacer confitura. Quienes la han probado dicen que tiene un sabor muy bueno.