El ganadero Antoni Mestre, en su finca de Son Gener, en el municipio de Ariany, con parte de su rebaño de ovejas. | Redacción Part Forana

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El municipio de Ariany, independizado de Petra desde 1982, dibuja parte de su paisaje a través de sus siete molinos de viento, destacando el Molí d’en Marinero, y de sus dos pozos, Bo y Jurà. También lo hace a través de su iglesia y demás construcciones que dan carácter al pequeño municipio del Pla de Mallorca. Pero no solo eso perfila su forma, ya que la dedicación de su gente –a lo largo de generaciones –, por la agricultura y la ganadería, aporta gran color y dinamismo a dicho paisaje.

Y es precisamente en las tierras de Ariany donde conocemos a Antoni Mestre, un ganadero del pueblo dedicado principalmente a la producción de cerdo y ovejas. «Mi padre tenía una producción aunque a una escala más reducida, por tanto, la ganadería para mí es una tradición familiar» señala Mestre.

Su explotación agrícola, llamada Son Gener, además de porcina y ovina, también se dedica de producir cereales y forraje para el consumo de los animales. «Actualmente, tenemos 700 ovejas y 200 cerdas reproductoras».

Comprometido con el presente y el futuro del campo mallorquín, Antoni Mestre es también miembro de la Unió de Pagesos de Mallorca y destaca la importancia que tiene que «los sindicatos trabajan como interlocutores entre el Gobierno y los agricultores» y concretamente señala el buen hacer de UPM, con «el trabajo realizado para la venta directa de producto local», a lo largo de estas semanas en las que la crisis sanitaria ha supuesto un fuerte azote para el producto de km 0. De hecho, Antoni Mestre también entendió que el servicio a domicilio de sus productos podría ser una vía de escape ante todo lo que la pandemia acontecía, «todavía realizamos la venta a domicilio, y esperamos poder seguir haciéndolo. De momento, vendemos lechona y cordero». Para contactar con Antoni Mestre y realizar un pedido, puede hacerse a través del teléfono 649 54 51 52. Aquí se informa de los productos y los precios que «en estos momentos no tenemos precio fijo porque las circunstancias nos llevan a vender por debajo del precio de coste» añade Mestre.

Para poder llevar a cabo esta nueva promoción y venta de sus animales, Mestre asegura sobre las redes sociales que «ha sido todo nuevo para mí, pero son el presente, así que hay que renovarse» asegura. Ha tenido que crear desde cero perfiles como Facebook e Instagram, y también comenta que la difusión a través de Whatsapp les ha ayudado mucho, «no obstante, el boca a boca, sigue siendo un canal muy importante» concluye con rotundez. Los años, la experiencia y el trabajo ofrecen a Antoni Mestre la posibilidad de deducir o imaginar qué le depara el futuro al campo mallorquín, después de semejante crisis como la actual: «el campo mallorquín lleva muchos años agonizando. Sin embargo, hay gente trabajando a diario para que la situación mejore. Si no somos capaces de reiventarnos y recibir un gran soporte institucional, no será posible».