Marta Terrassa, en el obrador colectivo que Apaema ha montado en Binissalem para diversificar su oferta. | Lola Olmo

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Marta Terrassa lleva dos décadas trabajando en Catalunya en proyectos agroalimentarios y de agroecología en los que combina su doble faceta como ingeniera agrícola y técnico nutricionista. De regreso a Mallorca, dirige un proyecto de la Associació de Producció Agrària Ecològica de Mallorca, Apaema, cuyo objetivo es investigar con nuevas formas de acercar al consumidor los vegetales y frutas que se cultivan de modo ecológico en la Isla, más allá del producto fresco.

Este proyecto tiene su epicentro en el obrador que la asociación ha construido en Binissalem, dentro de las instalaciones de Fruits Secs. Allí se combinan las dos partes de este proyecto. Por un lado, la investigación, que consiste en elaborar alimentos transformados, como salsas, mermeladas, conservas, zumos, legumbres precocidas, frutas y hortalizas deshidratadas, por ejemplo. «Estos transformados pueden ampliar el mercado de los productos ecológicos, pues el consumidor demanda estos alimentos semielaborados; estamos realizando pruebas en el obrador y catas en pequeños grupos de consumidores, y la aceptación es buena», explica Terrassa.

Esta investigación, que ella misma materializa en el obrador experimentando recetas y procesos con las frutas, legumbres y hortalizas que aportan los payeses ecológicos, forma parte de un Pla de Desenvolupament Rural (PDR) y en 2019 fue reconocido por el Ministerio de Agricultura con un premio a las Buenas Prácticas Agrícolas. «Queremos crear una pequeña industria de transformados a partir de vegetales eco, que pueda ser una salida más para el sector ecológico», añade Terrassa. Se trata de productos enfocados a una línea gourmet y de momento ya se comercializan dos, un chutney de calabaza, una mermelada de pimientos de padrón y una mousse de berenjena.

Pero además se están realizando pruebas con otras posibilidades, como los chips de calabacín o de melón, los smoothies o los fesols en conserva.

De manera paralela al desarrollo de este proyecto, Apaema ha montado un obrador colectivo en Binissalem, dentro de las instalaciones de la empresa agrícola Fruits Secs. Se trata de una cocina dotada de maquinaria para poder elaborar estos transformados en cantidades y técnicas industriales, aunque partiendo siempre de ingredientes ecológicos y de producto local. Está equipado con deshidratadora, marmita con agitador y autoclaves para esterilizar o pasteurizar, envasadora, dosificadora y etiquetadora de botes. Para su puesta en marcha han contado con la ayuda de dos entidades, Mallorca Preservations Found y la francesa Fundación Daniel y Nina Carasso

Es un obrador colectivo, puesto que el proyecto tiene como condición que ha de ser cooperativo. Los usuarios podrán optar por la maquila, o alquilar las instalaciones. Además será un espacio de I+D para emprendedores.