Diálogo del ser y el alma, una exposición desafiante

María Serralvo, María José Sánchez, Toni Córdoba y Francisco Morales, ante la obra de Ernesto Rodríguez | Foto: E. Planas

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El hotel Saratoga de Palma acogió la obra de Ernesto Rodríguez y Ángela Bruno. Considerado uno de los iconos más interesantes del panorama isleño, Rodríguez presentó una impactante selección de aproximadamente 20 piezas concebidas expresamente para esta exposición. Su presencia en el Saratoga marca un nuevo hito en su evolución artística.

En Evolución, se observa una transición desde la recreación en la individualidad hacia la indagación en lo colectivo.

Niurka Corredor, Inma Bianchi, Ángela Bruno y Clifford Reis.
Niurka Corredor, Inma Bianchi, Ángela Bruno y Clifford Reis.

El hedonismo palpable en sus estudios anatómicos da paso a cientos de pequeñas figuras que se combinan para trasmitir una infinidad de sentimientos, caóticos, desordenados, pero a la vez armonizados por la colectividad. Un salto de la angustia del individuo a la profunda complejidad emocional de la comunidad.

Mateu Ferrer, María Faidela, Josep Urrea, Anaria Marqués, Xisca Garau y Christoph Horbat, ante la obra de Ángela Bruno.
Mateu Ferrer, María Faidela, Josep Urrea, Anaria Marqués, Xisca Garau y Christoph Horbat, ante la obra de Ángela Bruno.
Ascen Martínez, Noel Ayestas, Juan Rubén Reyes y Óscar López.
Ascen Martínez, Noel Ayestas, Juan Rubén Reyes y Óscar López.
Jaime Medina, Inma Bianchi, Ernesto Rodríguez y Nacho Rosich.
Jaime Medina, Inma Bianchi, Ernesto Rodríguez y Nacho Rosich.

En el segundo piso, Ángela Bruno, maestra de danza contemporánea, coreógrafa y artista multidisciplinar, expuso una serie de acuarelas bajo el título Noche en el museo. Con una trayectoria internacional que comenzó como bailarina en París, siguiendo su trayectoria profesional por Canadá y Nueva York, reside hoy en Mallorca donde se explaya en la pintura. En su muestra de acuarelas propone al espectador «observar, sentir, escuchar a través del arte».