Miles de personas rinden culto a nuestro Crist de la Sang en Jueves Santo

Felio Bauzá, Juan Gabriel Monserrat y Toni Carrillo, ante la imagen del Crist de la Sang | Foto: E. Planas

TW

Un año más, miles de fieles y devotos se volcaron en la procesión más destacada de la Semana Santa palmesana, la procesión del Jueves Santo o de La Sang. En la Plaça de l’Hospital, muchos aguardaban la salida de los cofrades y de los pasos que en la misma plaza estaban a la espera de su turno, de manera bien organizada por Bernardo Riera, presidente de la Asociación de Cofradías. Poco antes de las siete de la tarde, la plaza y la cuesta de La Sang ya estaban repletas de público, y todos querían mantener su posición privilegiada.

El Crist de la Sang esperaba aún yacente su momento mientras el olor a incienso inundaba una iglesia repleta de fieles deseando venerarle. Aguardando turno de salida, muchas caras conocidas de la sociedad de Ciutat, a los que se podía reconocer sin ataviarse aún el capirote. De pie, esperaban damas con mantilla, políticos, empresarios, futbolistas y decenas de gentes anónimas devotas y amantes de las tradición. El alcalde de Palma, Jaime Martínez acudió a la plaza a prestar su apoyo al presidente de las cofradías. A    las 19.00 horas empezaron a salir los 33 pasos que formaron parte de un trayecto que ocupó las principales calles del centro de Ciutat hasta llegar a la Catedral. La imagen, profundamente venerada por los mallorquines, fue honrada por el Ajuntament, donde ondeaban sus banderas a media asta y engalanaban su fachada con damascos y reposteros desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, en señal de duelo y respeto al Sant Crist de la Sang.

Uno de los momentos destacados del recorrido tuvo allí, en presencia del alcalde que, acompañado de una amplia comitiva municipal, realizó una ofrenda floral al Sant Crist frente a Cort. Además, y recuperación una tradición, el pasado Jueves Santo, como ocurría hace ya algunos años en el transcurso de estas fiestas, las luces del Ajuntament estaban encendidas y los damascos también pendían de las balconadas del Palau del Consell. El presidente de esta última institución, Llorenç Galmés, acompañó al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, mientras los sobrepossats    hacían girar la imagen hacia el portal para alborozo de los palmesanos que, de cada año    con más penitentes y público fiel, esperaban ese gesto en Cort y en Palau Reial. Asimismo, antes de su entrada en la Seu de Mallorca, la presidenta del Govern de les Illes Balears, Margalida Prohens, con su hija en brazos, rindió pleitesía al Cristo de los mallorquines. Más de 5.000 cofrades participaron en el acto religioso más importante de la Semana Santa.