La Pascua Militar es una conmemoración instaurada por el rey Carlos III en 1782 como muestra de gratitud y reconocimiento a sus ejércitos, tras la recuperación de la isla de Menorca para la Corona de España. Dicho monarca tenía motivos para la satisfacción y quiso extenderla al Ejército de España y el resto del Imperio. Ordenó a los virreyes, capitanes generales y gobernadores que en la festividad de los Reyes Magos (6 de enero) reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre su felicitación.
La celebración de la Pascua Militar transcurrió en el Palau de L’Almudaina y el acto consistió en la rendición de honores, imposición de condecoraciones, discurso del comandante general y desfile frente a L’Almudaina, que finalizó con aplausos a las Fuerzas Armadas del numeroso público congregado. El acto sirvió para reivindicar el papel fundamental de las Fuerzas Armadas en situaciones de catástrofe y emergencia. En su discurso, el comandante general de Baleares, Fernando Luis Gracia, subrayó la importancia de disponer de unidades militares bien preparadas y polivalentes, capaces de intervenir en cualquier escenario complejo o ante calamidades pública y expresó su recuerdo especial hacia las víctimas y damnificados por la dana que azotó la Comunitat Valenciana.
Gracia también dedicó unas palabras al recientemente fallecido expresidente del Govern, Francesc Antich, destacando su compromiso con la prosperidad y el bienestar de las Islas Baleares. Asimismo, se entregaron varias condecoraciones, entre ellas al rector de la Universitat de les Illes Balears, Jaume Carot. Todo ello antes de cambiar de escenario para la celebración y dirigirse a la terraza donde se sirvió un cóctel a los asistentes, en su mayoría autoridades políticas y militares.
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