Blas Cantó en los ensayos de Eurovisión. | Agencias

TW
0

Eurovisión está a la vuelta de la esquina y ya son muchos los programas de todo el mundo que opinan sobre las actuaciones de este año. Blas Cantó, representante de España, se ha convertido en el foco de las críticas de un magacín de la televisión noruega.

En el formato en cuestión, Adresse Roterdam, una serie de colaboradores opinaban sobre el certamen. La polémica llegó al hablar del español y de su tema 'Voy a quedarme', canción que el murciano ha dedicado a su abuela. «La abuela vuelve y él baila con ella. Una especie de sketch. Canta sobre ella y tienen que mostrarla», criticó un tertuliano. «Hay algo paródico ahí», añadió otro de los intervinientes.

Pero los comentarios no se quedaron ahí. Un opinador fue más allá y aseguró entre risas: «Hay una historia ahí: perdió a su abuela por culpa de la COVID. Tal vez sea ella la que venga. Y su padre murió mientras escribía la canción. Algo me conmueve, pero no me llega».

Blas Cantó se ha pronunciado este mismo miércoles en redes sociales. El cantante ha respondido: «No puedo reconstruir mi alma viendo cosas como esta. Nadie sabe por lo que estoy pasando ni el esfuerzo que hago incluso para seguir vivo. No les culpo, seguro que ellos están perfectamente. Todo mi amor siempre».

La delegación noruega en Eurovisión 2021 ha mostrado a través de Twitter su «simpatía» con el candidato español y han reconocido que los comentarios «podrían entenderse como faltos de sensibilidad».

«En relación con la evaluación de España, algunos miembros hicieron declaraciones que podrían ser consideradas faltas de sensibilidad. Es algo desafortunado y queremos transmitir nuestra simpatía por Blas», remarca el texto de la delegación noruega antes desear «la mejor de las suertes» a España el sábado.

El festival

Después del año más negro de su historia, el único en sus 65 ediciones en el que hubo de ser cancelado, el Festival de la Canción de Eurovisión ha logrado dejar atrás la sombra de la pandemia para renacer y brillar este martes con una primera semifinal en la que se han cumplido casi todos los pronósticos.

Malta, una de las grandes favoritas al triunfo según las casas de apuestas, ha conseguido en la ceremonia celebrada en Róterdam una de las diez plazas clasificatorias para la final del próximo sábado junto a Israel (por sorpresa), Noruega, Rusia, Azerbaiyán, Lituania, Chipre, Suecia, Bélgica y Ucrania.

Por el camino se han quedado otros seis contendientes: Rumanía, Australia, Irlanda, Eslovenia, Macedonia del Norte y Croacia, algunas de las cuales, de no ser por el alto listón, podrían haber pasado sin problemas en cualquier otra edición, especialmente la última.