Zinkia Entertainment es la productora de Pocoyó. | Efe

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Zinkia Entertainment, la productora de Pocoyó, solicitará mañana  autorización para una nueva emisión de obligaciones o bonos  convertibles en acciones a punto de agotar el plazo estipulado para  decidir si se acoge al concurso de acreedores o presenta un acuerdo  de refinanciación de su deuda, cercana a unos 11 millones de euros.

De esta forma, los accionistas de la productora se enfrentan  mañana a una junta «atípica» en la que la productora, en preconcurso  de acreedores desde el pasado 31 de octubre, no ha desvelado aún si  iniciará el proceso de concurso o si, por el contrario, cuenta con un  plan de viabilidad, algo que no parece que sea así, según han  informado en fuentes cercanas al consejo de  administración.

Las mismas fuentes han explicado que esta nueva emisión de bonos,  de la que se desconocen las condiciones, es una «tomadura de pelo»,  teniendo en cuenta además el «fracaso» de la anterior, con  advertencia incluida de la Comisión Nacional del Mercado de Valores  (CNMV).

En concreto, la compañía, que ha reconocido una desviación  presupuestaria de más del 10% para el ejercicio 2013, propondrá a sus  accionistas una nueva emisión de bonos  con el fin de captar recursos  ajenos estables y hacer frente, según señala la compañía, a futuras  necesidades adicionales de financiación «con agilidad».

Dada la actual dificultad de acceso a los mercados financieros y  en el marco de la adopción de las medidas convenientes para la  estabilidad financiera de Zinkia, la firma ha subrayado que las  obligaciones convetibles resultan una «forma eficiente» de  financiación en términos de coste o de emisión, eventualmente, de  nuevo capital.

«Dotando al consejo de de administración de la flexibilidad que la  ley permite, se pone a disposición de la sociedad un mecanismo rápido  y eficaz de financiación con el que foralecer su balance, reforzar su  estructura financiera e, incluso, acometer iniciativas de inversión y  crecimiento que, dadas las especiales circunstancias económicas  actuales, puedan resultar de interés estratégico para el interés  social», ha subrayado la productora.

Para ello, la firma ha convocado una junta general extraordinaria  de accionistas para que dé el visto bueno a esta nueva emisión dentro  del plazo máximo de cinco años, después de que el pasado 31 de  octubre decidiera acogerse al preconcurso de acreedores tras  renunciar a la emisión de deuda que había anunciado a principios de  ese mes.

En concreto, la productora de Pocoyó anunció el lanzamiento de una  emisión de obligaciones simples a tres años por un importe de 7,78  millones de euros, que fue aprobada por la CNMV, pero ésta cuestionó  la remuneración de la emisión y advirtió de que la empresa no contaba  a corto plazo con liquidez suficiente para pagar sus deudas.

Asimismo, el principal accionista de Zinkia Entertainment, la  sociedad Jomaca 98, propiedad del presidente de la productora, José  María Castillejo, ha sido declarada en concurso voluntario de  acreedores por los Juzgados de lo Mercantil de Madrid.

GUERRA ACCIONARIAL

En concreto, Castillejo, socio fundador de la productora de  Pocoyó, controlaba a través de la sociedad Jomaca 98 el 64,7% del  capital social de la compañía. El otro principal accionista de Zinkia  es el empresario mexicano Miguel Valladares, con una participación  del 11,2%.

Al margen de la situación financiera, la compañía tampoco se  enfrenta a un buen clima entre sus accionistas, ya que Valladares  podría arrebatar el mando a Castillejo y convertirse en primer  accionista, si ejecuta un crédito que adquirió a Bankia que tenía,  entre otras garantías, el 33% de la participación de Castillejo en  Zinkia (la otra mitad la tiene pignorada), con lo que alcanzaría el  40% de la compañía.