Estado actual de la sala con los restos de la casa almorávide, en el subterráneo del museo. | S. Amengual

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La dirección del Museu de Mallorca retomará una excavación en los subterráneos del centro que se llevó a cabo en dos tandas, a finales de los años sesenta y en los ochenta del pasado siglo, pero que nunca se llegó a finalizar. Entonces salieron a la luz importantes estructuras y mucha cerámica que, según el equipo que excavó, dirigido por Guillermo Roselló Bordoy, pertenecían a una casa y un taller de cerámica de época almorávide, es decir, entre 1116 y 1203.
Joana Maria Palou, directora del museo, explicó que «los restos se encontraron en dos ocasiones en las que se hacían obras de intervención en el edificio del museo». Palou señaló que «ahora necesitamos resultados completos para saber qué podemos hacer con este espacio». Cabe recordar que el museo será objeto de una gran obra de reforma y musealización que lo pondrá al día. «Los resultados son imprescindibles para llevar la reforma por un sentido u otro».
La primera campaña de excavación tuvo lugar en 1968-1969, durante la «restauración de la antigua casa palacio de los condes de Ayamans, posteriormente Villalonga-Desbrull, adquirida por el Ayuntamiento de Palma para la instalación del Museo de Mallorca». Así se explica en la publicación Excavaciones arqueológicas en Palma de Mallorca. Sondeos praticados en la antigua Casa Desbrull, firmada por G. Rosselló-Bordoy y J. Camps Coll. La segunda fue en 1987. De todo ello también se llegó a publicar el estudio La casa de época almorávide del subsuelo del Museo de Mallorca, de M.M. Riera Frau, G. Rosselló Bordoy y N. Soberats.
La pasada semana, la Ponencia Técnica de Patrimoni del Consell informó favorablemente sobre el proyecto de excavación presentado por los arqueólogos Llorenç Vila y Noemi Picó, de la empresa Elements. Según Vila, el objetivo de este proyecto es «evaluar las posibilidades de musealización de la planta subterránea del museo en la que se encuentran los restos de lo que puede ser una casa islámica».
Vila añadió que «será necesario excavar toda la sala para poder interpretar todo el conjunto y para adecuarlo al recorrido expositivo» de todo el subterráneo del museo.
En la actualidad, aproximadamente «el 75 por ciento de la superficie de la sala es susceptible de proporcionar nuevos restos arqueológicos», dijo.
Como la finalidad de la excavación es incluir la zona en el próximo discurso expositivo, «tenemos que conocer cuántos y qué restos arqueológicos existen para proceder a una correcta interpretación de los mismos y diagnosticar su estado de conservación». Desde Elements utilizarán «técnicas de restitución virtual por ordenador» que permitirán visualizar «el aspecto final de diversas propuestas de musealización y escoger la que mejor se adecue al discurso museológico».