Gregorio Manzano durante su visita a Consell. | Teresa Ayuga

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Gregorio Manzano es muy dado a encender fuegos y a tratar de apagarlos como si nada hubiera ocurrido. Ayer ocurrió otra vez. El entrenador plasma en la página web del club sus pensamientos, pero no es consciente del alcance que pueden tener sus inquietudes y más en la situación en la que está el club en estos momentos. Ayer, a primera hora de la tarde, el 'blog' del técnico, que se publica íntegramente en la página 43, redactaba una carta en la que se refería a su llegada al Mallorca hace cuatro años y al trascendental partido de La Rosaleda. Manzano habla en pasado y vuelve al presente para enumerar un amplio capítulo de agradecimientos para terminar de esta forma. «Mi último, pero no menos importante, agradecimiento es para todos los empleados del club, médicos, fisioterapeutas, recuperadores, jardineros, empleados de oficinas y Fundación, por su cariño y por el calor que me han dispensado en el Club. El Real Mallorca siempre formará parte de mi vida personal y profesional», termina. Blanco y en botella, pero horas después, en una conferencia que ofreció en Sineu, matizó, como siempre y sacó el látigo. Parecía Capello.
«No me he despedido», dijo Manzano en el inicio de su charla-colocio en la localidad de Consell. «Lo que he hecho ha sido agradecer estos 4 años las colaboración y la ayuda recibida, sabiendo que nos quedan 16 jornadas de Liga y el futuro lo deciden los responsables del Mallorca, son ellos los que tendrán que decidir qué entrenador quieren y lo que hay que hacer es pensar en el partido del Sevilla», comentó. En otra fase de su intervención para insistir en que no es una carta de despedida, el técnico dijo que «si tuviera que desmentir todas las cosas que uno escucha o lee...pero este no es mi trabajo» insistió. Visiblemente enojado, gran parte de su charla sirvió para culpar a los medios de todos los males del club. De sus continuos patinazos mediáticos, ni mu.