Cerca de treinta padres y profesores pintaron incansablemente las seis aulas de infantil del centro escolar. | Miquel Serra

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Los padres y madres y el profesorado del Col·legi Públic Miquel Duran i Saurina de Inca están cansados de esperar. Tan sólo dos años después de su inauguración, el centro educativo presenta innumerables deficiencias que perjudican y retardan el funcionamiento de la escuela. Ayer sábado las puertas del colegio permanecieron abiertas toda la mañana, ya que los padres cansados de esperar cogieron el toro por los cuernos y decidieron pintar ellos mismos seis aulas de infantil que tiene la escuela.

«Hoy es el primer día que nos ponemos mano a la obra y nos rinde mucho, y aunque hoy sólo pintaremos las aulas de infantil y algún pasillo tenemos pensado ampliar la mejora y hacerla extensiva a las aulas de primaria, la biblioteca, el aula de escuela matinal y la de informática» explicó Pere Mulet, director del centro.

Un grupo de treinta personas formado por padres y madres y profesorado del centro se vistieron para la ocasión y pintaron las aulas con el único objetivo que «los alumnos aprendan de la mejor manera posible». «Sabemos que no somos profesionales pero hacemos todo el que podemos porque creemos que no se puede seguir así» sostiene Isabel Fernández, presidenta del AMPA.


Mantenimiento

La tarea que han realizado los padres tendría que ser asumida en un principio por el Consistorio inquer que es el encargado del mantenimiento del centro, pero el alcalde de Inca, Rafael Torres (PP), asegura que «el centro presenta muchas deficiencias de obra que no son normales en un edificio tan nuevo, como por ejemplo la humedad y las grietas, y eso es competencia de la Conselleria d'Educació del Govern». «Antes de pintar se tendrían que mejorar estas deficiencias y por eso no hemos actuado. Pero quiero remarcar que hemos dado a la escuela la pintura necesaria para pintar las aulas y que manifiesto todo mi apoyo a los padres que, en tiempo de crisis y cuando las administraciones no podemos actuar, se impliquen de esta manera». Desde el centro escolar confiesan que el Ajuntament realizó un presupuesto de lo que valdría pintar casi todas las aulas del centro y éste reveló que el coste aproximado rondaría los 6.000 euros. Sólo con la partida de pintura de las seis aulas de infantil ya se han alcanzado los mil euros.

«Creo que lo que estamos haciendo en esta escuela es insólito e impensable en otros centros. Nos implicamos mucho ya que el 95 por ciento del claustro es profesorado definitivo y hoy pintando aquí tenemos a tres embarazadas» asevera el director de la escuela. Sin embargo el malestar se hace evidente cuando hablan del día a día del funcionamiento del centro. «Cuando estudié la carrera nunca me hubiera pensado que trabajaría en una escuela con estas condiciones», lamentó Margalida Paris, profesora del centro.