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La reivindicación de la cultura, lengua y literatura son cada edición los protagonistas, junto a los galardonados, de los Premis Mallorca de Creació Literària que concede el Consell de Mallorca. Este año, en una descafeinada gala de los premios, marcada por la crisis, los discursos han ido más allá y se convirtieron, entre escritores, premiados y familiares, en un alegado contra la política lingüística de José Ramón Bauzá. Quizá por eso de encontrarse los oradores en un espacio más apropiado para ello, la Sala de Plenos del Consell de Mallorca, que ha sustituido este año al Teatre Principal de Palma.

El conseller insular de Cultura i Patrimoni, Joan Font, fue el encargado de abrir el acto literario «sencillo y sobrio», reconoció. Durante su intervención, Font aludió a las políticas que desarrollan desde ambos departamentos en favor de la producción literaria y la lengua, que «vive ataques constantes para ser subyugada y reducida», dijo, y añadió que «es triste que en el siglo XXI aún tengamos que oír declaraciones de políticos que desconocen la historia y la diversidad del idioma, y que ignoran la realidad legal y real del estado del catalán en estas Islas». Una línea, la legal, que marcó, en la clausura, las palabras de la presidenta del Consell, Francina Armengol, que hizo alusión a la Constitución, al Estatut d'Autonomia de 1983, al catalán en la enseñanza; la Llei de Normalització Lingüística o al nuevo estatuto. Sorprendió que el discurso de la presidenta, que se entregó a la prensa al comenzar el acto, contara con frases que mostraban su oposición a la política de Bauzá, y se las saltara.

Protagonistas

Regresando a los galardones, los Premis Mallorca y el Premi Teatre Principal de Texts Dramàtics 2010 se repartieron entre un autor mallorquín, un catalán, un catalán afincado en Mallorca y un valenciano. El primero en recoger el premio fue Marc Angelet Cantos, quien recibió el Premi Teatre Principal, dotado con 6.000 euros, por El biògraf . El autor agradeció al jurado su confianza en el texto y agradeció a los actores jóvenes con los que trabaja que «me hayan dejado marchar. Les deseo desde aquí mucha 'mierda' por la función que están a punto de comenzar». El segundo distinguido fue Lluís Miret Pastor. Por la obra PQPI Connection , el escritor logró el Premi de Narrativa Juvenil, dotado con 10.000. «El premio es importante, pero también lo será cuando los jóvenes lo vean y si lo leyeran ya...». «¡La escultura pesa un huevo!», reconoció simpático el tercer premiado de la noche, Ricard Martínez Pinyol, quien ganó el Premi de Poesía, dotado con 10.000 euros, por La inspiració i el cadàver . «Gracias por el premio que lleva el nombre de Mallorca, que me acoge desde hace años y en la que creo que ya me quedaré». En la obra Contes des de l'illa Quántica recayó el Premi de Narrativa, de 70.000 euros. Su autor, el mallorquín Carles Sánchez Cardona, explicó que «como muchos mallorquines que se fueron a recorrer mundo, tengo el sueño de dar la vuelta al mundo. Escribí el libro en Bolivia y del premio me enteré en Sidney».

Entre el público, muy reducido, algunos escritores que respaldaron a los premiados como Àngel Terrón, Antoni Vidal Ferrando, Bernat Nadal, Rosa Maria Colom, Antonina Canyelles, Biel Florit, Maria Victòria Secall, Aina Ferrer o Àngels Cardona. Todos se emocionaron con el homenaje que se rindió a los poetas Miquel Bauçà y Andreu Vidal con la lectura de sus poemas.

La fiesta literaria perdió ayer cierto glamour y pomposidad; empató en sobriedad, pero se ganó en muchas otras: tiempo, gastos, pinchos y charla entre amigos.