Padre e hijo, acompañados de la plana mayor militar, contemplan el desfile desde la tribuna. | Reuters

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Corea del Norte celebró ayer el 65 aniversario del Partido de los Trabajadores, el único en el país comunista, con un imponente desfile militar al que asistió Kim Jong-il y su hijo menor, Kim Jong-un, consagrado así públicamente como su probable sucesor.

Cerca de 20.000 militares y una larga fila de tanques, vehículos antiaéreos y misiles desfilaron por la plaza Kim Il-sung de Pyongyang mientras la televisión estatal transmitía el evento en directo.

También tuvieron la rara oportunidad de presenciar el desfile varios medios de comunicación internacionales, invitados por las autoridades norcoreanas con el aparente objetivo de mostrar al mundo que el camino hacia la transición está apuntalado.

Un desconocido

Las imágenes, las primeras en directo de Kim Jong-un, lo enseñaron en el estrado principal de la plaza con su padre, saludando y aplaudiendo ocasionalmente al paso de los militares. Con ellos estaban varios miembros de la cúpula del Ejército y un grupo de delegados del Partido Comunista de China, el gran aliado.

La agencia norcoreana KCNA informó de que antes del desfile padre e hijo rindieron un homenaje a Kim Il-sung, padre de Kim Jong-il y fundador de Corea del Norte, en el palacio Kumsusan de Pyongyang, donde se encuentran embalsamados sus restos.

El evento de ayer supuso una de las mayores paradas en la historia de Corea del Norte, y para la ocasión el régimen comunista movilizó a cerca de 100.000 ciudadanos.

Para los expertos, la formidable exhibición de poderío militar y la presencia del hijo de Kim suponen la última prueba de que Corea del Norte allana el terreno hacia la futura sucesión.

La primera gran señal fue el nombramiento de Kim Jong-un, al que se le atribuyen unos 27 años, como general de cuatro estrellas y miembro de la dirección del Partido de los Trabajadores en una reunión extraordinaria de este organismo hace menos de dos semanas.

Hasta entonces el joven no había aparecido en público y un gran secretismo rodeaba su figura, como la del resto de miembros de la familia Kim; lo poco que se sabía de él era que pasó su adolescencia en escuelas de Suiza bajo pseudónimo.