El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, dialoga con la vicepresidenta Salgado mientras posan para la foto de familia del FMI y el BM. | Reuters

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El Gobierno español está «totalmente convencido» de que va a cumplir con sus objetivos de reducción del déficit y de que no necesita un plan B, como propone el FMI y el Banco de España, según aseguró ayer la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. La ministra participó en Washington en la asamblea anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), institución que cree que España crecerá el año próximo casi la mitad de lo que contempla el Gobierno, un 0,7 por ciento frente a un 1,3 por ciento.

Con estas previsiones de fondo, tanto el FMI como el Banco de España han sugerido al Gobierno de Rodríguez Zapatero que, en previsión de que no pueda cumplir su previsión de crecimiento, diseñe un plan de contingencia, al que se ha bautizado como «plan B», para corregir posibles desviaciones del Presupuesto. El primero en apuntar esa posibilidad fue el martes pasado el Gobernador del Banco de España, Miguel Àngel Fernández Ordóñez, al que se unió más tarde el FMI, a través del responsable de Asuntos Monetarios y Mercados, el español José Viñals.

Crucial

Ex subgobernador del Banco de España, Viñals explicó que para España es crucial cumplir con el compromiso de reducción del déficit al 6% en 2011 y al 3% en el 2013, porque «es muy importante que (los mercados) no vean sus expectativas defraudadas». Para Viñals, la tolerancia actual de los mercados con los incumplimientos es «cero», lo que haría recomendable que España aplicara «con la mayor premura posible» medidas de corrección.

Pero la ministra Salgado rechazó hoy esa recomendación, al asegurar que «los planes B no son nunca una buena noticia, porque se convierten en el plan A inmediatamente después de verbalizarlos». Además, indicó que establecer un plan de contingencia tendría un efecto contrario en los mercados, porque revelaría que el Gobierno no está convencido de sus previsiones.

«No tenemos un plan B porque estamos totalmente convencidos de que vamos a cumplir el plan A. Si no fuera así, sí que lo necesitaríamos, pero no es el caso», indicó.