Ramón Socías, l coronel jefe de la Guardia Civil en Baleares, Basilio Sánchez Rufo, y por el jefe superior de Policía del archipiélago, Bartomeu Campaner, con el material que posteriormente se quemaría. | M. À. Cañellas

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El delegado del Gobierno, Ramón Socías, ha supervisado hoy la destrucción en la incineradora de Son Reus de 2,3 toneladas de hachís y 172 kilos de plantas de marihuana requisados este año por las fuerzas de seguridad en Menorca y Palma, respectivamente.

Socías, que ha estado acompañado por el coronel jefe de la Guardia Civil en Balears, Basilio Sánchez Rufo, y por el jefe superior de Policía del archipiélago, Bartomeu Campaner, ha indicado que el propósito del acto era «trasladar el mensaje de contundencia en la lucha contra la droga».

Al horno de la incineradora de basuras de Mallorca se han arrojado hoy 81 fardos con 2.300 kilos de hachís intervenidos en Menorca el pasado mes de enero en el marco de una operación de alcance nacional dirigida desde un juzgado de Torrevieja (Alicante) contra una extensa red de narcotráfico.

Asimismo, han sido destruidos los 172 kilos de plantas de marihuana requisadas en un invernadero clandestino desmantelado a principios de mes en el barrio palmesano de La Soledad.

Lucha

«Lo importante en la lucha contra la droga es no aflojar, no despreciar ninguna línea de investigación y no dejar de actuar porque sean cuestiones pequeñas», ha recalcado Socías, para quien «todo suma» en la lucha contra el consumo de estupefacientes.

En su opinión, es preciso «mantener la lucha diaria» contra esta «lacra» para «llegar a ese futuro óptimo que sería una sociedad sin drogas».