A medida que avanza el día, el aparcamiento se llena hasta la bandera. | Joan Socies

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Cientos y cientos de vehículos peregrinaron ayer como cada día, y especialmente los fines de semanas, hacia el núcleo costero de ses Covetes en Campos. Largas colas, gritos de los conductores, coches que cansados de esperar deciden girar y aún complican más la situación, en definitiva un caos en el que los policías locales del municipio se ven impotentes ante la gran cantidad de gente y coches que se acercan a nadar a las playas de ses Covetes, es Trenc o des Freu.

Cada domingo y muchos sábados acceder a la playa entre las doce y las tres de la tarde se ha convertido en una odisea. Estas son las horas en las que la Policía Local de Campos señala como las más conflictivas. Ya son muchos los ciudadanos que deciden ir a la playa a primera hora para después poco antes de las doce irse y evitar así el caos en que se convierte la carretera de acceso a ses Covetes.

Ayer

A las diez de la mañana los vehículos estacionados en la carretera ya llegaban a la altura de donde está el aparcamiento clausurado por el Ajuntament, mientras los más madrugadores ya recogían y decidían salir de un espacio que en pocas horas se tenía que convertir en un «enjambre de abejas». Sobre las doce la cola de vehículos que llegaba al núcleo costero ya era de un cuarto o veinte minutos. Y al final no les quedaba otro remedio que entrar en el aparcamiento ubicado junto al casco urbano y que por 5,50 euros te deja aparcar el vehículo todo el día.

La otra solución, era la que algunos osados intentaron hacer cansados de esperar, y no es otra que intentar girar el coche en medio de la carretera y buscar un destino mejor para darse un chapuzón. Esta decisión, se debe hacer con rapidez ya que los coches de detrás en seguida se ponen a tocar el claxon, e incluso algunos, ayer asomaban por la ventana o bajaban del vehículo. Esta fue la situación de ayer, pero también según los vecinos de ses Covetes «la de cada fin de semana».

El alcalde de Campos, Joan Juan, ha asegurado en varias ocasiones que este conflicto que se origina cada fin de semana en ses Covetes es la espina clavada del actual equipo de gobierno al no haber conseguido resolver este tema en los tres años de mandato que llevan al frente del Ajuntament.

El Ajuntament hace dos años que anuncia que prohibirá el aparcamiento en la carretera, pero al final tal vez las presiones del millón de euros que cobra por la concesión de los chiringuitos es más poderosa que la de regular el tráfico. Pero el Ajuntament también está cansado de reclamar ayuda al Govern y al Consell, pero de momento ses Covetes està estibat.