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El Gobierno francés anunció hoy su plan para retrasar de manera progresiva la edad legal de jubilación y llegar a los 62 años, dos más que en la actualidad, en 2018.

Entre las propuestas del Ejecutivo que preside el primer ministro francés, Francois Fillon, está también la de prolongar en tres meses los 41 años de cotización necesarios para reunir los derechos para cobrar la pensión máxima de jubilación.

Esta medida afectaría desde 2013 a los trabajadores nacidos en 1953 y 1954, según precisó el ministro de Trabajo, Eric Woerth.

Esta reforma de las jubilaciones permitirá que las cuentas públicas francesas retornen al equilibrio en 2018, según las proyecciones del Gobierno.

El aumento de la edad de jubilación se sitúa de este modo un año por debajo de las propuestas que tenía el primer ministro, según reveló la prensa francesa en los últimos días, y en línea con lo defendido por el presidente, Nicolas Sarkozy.

Impuestos

El Gobierno anunció además que habrá subidas de impuestos para financiar el sistema de pensiones, como por ejemplo con un incremento de un punto de las retenciones en el tramo superior de las rentas más elevadas.

También precisó que habrá incrementos de las retenciones por plusvalías mobiliarias e inmobiliarias, sobre los dividendos y los intereses, así como en las retenciones sobre las opciones sobre acciones ("stock options").

El jefe del Estado recibirá el próximo viernes las propuestas del Gobierno y los comentarios de los interlocutores sociales con el fin de dar su aprobación y para que el Consejo de Ministros pueda examinarlas en su reunión del 13 de julio.

El plan del Gobierno, aún antes de conocerse, ya suscitó la oposición de los principales sindicatos, seis de los cuales ya han convocado una huelga general el jueves 24 de junio para protestar por la reforma.