Pere Joan March atendió a los periodistas. | Efe

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Pese a que Juanito Oiarzabal y Carlos Pauner deberán certificar ante las autoridades locales el fallecimiento, o por lo menos la desaparición, de Tolo Calafat, desde Mallorca se resisten a que el cuerpo del montañero se quede eternamente enterrado bajo la nieve del Annapurna. La intención de los familiares del montañero isleño no es otra que agotar todas las vías posibles para recuperar su cuerpo, siempre que sea posible. Y en ese proceso, la Federació Balear de Muntanyisme juega un papel clave. Su presidente, Xisco Colom, confirmó que «la familia nos ha dicho que hagamos lo que podamos». De la misma manera, explicó que «nuestra aseguradora, Asefa, tiene gente en Nepal, y ha contactado con la compañía que hoy -por ayer- trasladó al Annapurna el helicóptero, para intentar coordinar el rescate de Tolo», recordando que la póliza suscrita «cubre todos los supuesto, incluso la posible repatriación de su cuerpo», dijo Colom. Eso sí, el dirigente condicionó esta posibilidad a que «mañana -por hoy- haga buen tiempo, pues si empeora será más complicado encontrarle. A la vez, no deben surgir nuevos rescates, pues sólo hay un helicóptero y lo priorizaría sobre éste». Colom afirmó que «el equipo de rescate iba a intentar volver a salir, pero no podemos garantizar nada».
El delegat de la Presidència per a l'Esport, Diego González, en nombre del president del Govern, Francesc Antich, puso todos los medios a su alcance en manos de la familia. «Nos han ofrecido ayuda económica y nos han mostrado su apoyo en todos lo aspectos, aunque sea para cubrir un sobrecoste inesperado o necesario, y eso es de agradecer en estos momentos», aseguró Xisco Colom, que se mostró «triste» por el desenlace de la búsqueda de Tolo Calafat, y dejó ver que «la gente de la montaña sabemos que es una posibilidad más, como otras. Si vas al Annapurna, estás expuesto a algo así, pero no es agradable».
Las versiones sobre las intenciones de la familia se fueron sucediendo a lo largo del día, pero la FBME no dudó un instante en cumplir siempre las directrices que se les fijaran desde el entorno más próximo a Tolo.
Estrategia
Y es que, según se apunta desde Nepal, la búsqueda de Tolo Calafat no habría sido aún abandonada, según explicó en la mañana de ayer a la agencia Efe propio el piloto del helicóptero que había intentado infructuosamente en las últimas horas su rescate. «He sugerido enviar sherpas de refresco, no cansados, hasta donde pueda llevarlos el helicóptero, es decir, unos 6.950 metros de altura, y buscar de nuevo», dijo el piloto, Sabin Basnyat, de la compañía Fishtail Airways.
Su helicóptero es un AS350 B3 de construcción francesa con capacidad de volar hasta los 7.000 metros de altura, aunque Basnyat, junto a dos pilotos suizos, llevó el aparato hasta los 7.200 metros durante una hora en busca de Calafat, sin resultados positivos.
Tras el fracaso de la operación matinal de búsqueda, los compañeros alpinistas de Tolo Calafat dieron su muerte por hecha, algo que según Basnyat corroboró un sherpa, Dawa, que buscó al montañero atrapado durante toda la noche.
Calafat había logrado comunicarse en la noche del martes con su mujer mediante un teléfono vía satélite desde la falda del Annapurna, el pico himalayo de 8.091 metros de altura, donde quedó bloqueado por su mal estado de salud tras coronarlo el mismo martes.
El alpinista mallorquín se quedó sin fuerzas cuando descendía desde la cumbre hacia el campo 4 junto a Carlos Pauner y Juanito Oiarzabal, así que se separó del grupo para recuperar la salud o esperar un rescate a unos 7.500 metros de altura.
El helicóptero transportó en la madrugada del jueves en España hasta el Campo Base a Pauner, Oiarzabal y al rumano Horia Colibasanu, quienes según el piloto se encontraban a 7.100 metros, con problemas de congelación.