Los periodistas rodean a Gabriel Cañellas cuando asistía a una de las sesiones por el caso Túnel junto a su abogado Rafael Perera. Hace trece años de esta imagen. | Archivo UH

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Han transcurrido trece años y, de nuevo, un ex president del Govern de Balears se tiene que enfrentar a la Justicia. En la primera ocasión fue Gabriel Cañellas, por el llamado 'caso Túnel'; ahora es Jaume Matas, por el 'caso Palma Arena'.
Cuando en julio de 1997 se celebraba en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Balears, dada la condición de aforado de Cañellas, Jaume Matas ocupaba el cargo de president del Govern. Entonces contemplaba la escena desde el Consolat de la Mar. Trece años después han cambiado las tornas.
Despliegue mediático
Hace trece años los casos de corrupción o de financiación ilegal de los partidos no tenían el reclamo mediático que en la actualidad, el juicio del 'caso Túnel' apenas rebasó el ámbito autonómico. Balears, entonces, tenía un escaso peso político en el país y los medios estatales apenas se hicieron eco del proceso judicial o, en todo caso, de un modo mucho más contenido que en el presente 'caso Palma Arena'.
Trece años después, la corrupción política ocupa las primeras páginas de todos los medios y Balears da la sensación que está en el centro.
Todas las cadenas de televisión y radio transmiten el minuto a minuto de las declaraciones del ex ministro y ex president de Balears, Jaume Matas, su cuñado Fernando Areal y su amigo Bartomeu Reus.
El 'caso Palma Arena' tiene todos los ingredientes para concitar el interés de todos los medios de comunicación, los cuales efectúan un despligue sin precedentes en nuestras Islas en un tema judicial.
Horas interminables de guardia ante las puertas del juzgado, transmitidas casi on line por todos los sistemas disponibles evidencian la distancia temporal y técnica entre dos casos que implicaron a las dos máximas autoridades de Balears: Gabriel Cañellas y Jaume Matas. Así es la historia.