Consellers y conselleras deñ grupo Popular, durante la sesión de ayer. | S. Amengual

TW
0

El Partido Popular (PP) arrancó ayer para el pleno del Consell un pequeña parcela del poder de la presidenta de la institución. Lo hizo al prosperar una moción, que apoyó UM, para que la decisión de autorizar gastos superiores a tres millones no estuviera sólo en manos de Francina Armengol. Aunque PSOE y Bloc votaron en contra, dijeron compartir el criterio y no hicieron ninguna objeción. Otras dos propuestas que incrementan el control del pleno fueron aprobadas por unanimidad y entre elogios del gobierno a la oposición y viceversa. No parecía un pleno en plena crisis política.
Los 'populares' sacaron adelante todas las propuestas y lo propio hizo el gobierno formado por PSOE y Bloc. El PP no votó en contra de ninguna aunque optó por abstenerse en otras. Jaume Font (PP), uno de los teóricos de la 'doctrina pactista', estaba pletórico. Tras felicitarse por el «éxito» de las tres mociones dijo a los medios de comunicación que «aunque Armengol sea la presidenta los que podemos hacerla bailar a un lado u otro somos nosotros». Cosme Bonet, conseller de Presidència, afirmó que lo ocurrido ayer es un ejemplo de cómo se puede llegar a acuerdos cuando se está en minoría.
Acceso directo a gastos
La oposición tendrá ahora acceso directo, al momento, de operaciones de crédito y de cambios en el gasto. Cada mes podrá consultar el grado de ejecución de presupuestos. Pedro Àlvarez (PP) elogió la buena disposición del socialista Alemany en las reuniones previas que mantuvieron días atrás.
El pleno de ayer, que aprobó los nombramientos y la reestructuración de cargos posterior a la ruptura del pacto con UM, fue muy ágil, mucho más breve de lo que acostumbra y sin reproches. De hecho, ni UM ni PP presentaron interpelaciones y preguntas. Lo que hizo Font fue dejar constancia de que «las cosas están empezando a cambiar» y que «hemos iniciado una nueva etapa».
Los asuntos que iban al pleno de ayer no eran de tono menor. Por ejemplo, y tal como se informa en esta página, se cerró (al menos desde el punto de vista político) el 'caso Can Domenge'. También se aprobó el Plan de Obras y Servicios (que financia con 12,4 millones obras municipales) y modificaciones en el plan estratégico de subvenciones, asunto especialmente fiscalizado por la oposición, sin que ni UM ni PP votaran en contra.
Tras el pleno, diferentes portavoces comentaron la insólita situación y hasta bromearon sobre las 'nuevas mayorías'. Al pleno asistieron, sentados entre el público, algunos de los nuevos cargos surgidos de la remodelación. Dolça Mulet (UM) continúa, por ahora, como consellera electa aunque en un primer momento se planteó renunciar al acta. El Consell celebrará el mes que viene su debate anual de política general. Font planteará allá una nuevo paquete de medidas de control.