TW
0

BÀSQUET MALLORCA 99
SANT JOSEP GIRONA 80

BÀSQUET MALLORCA (19+36+20+24): Shaun Green (16), Jeff Bonds (6), Joan Riera (23), Israel Pampín (7), José Amador (16), -cinco inicial- Alberto Alzamora (9), Marc Blanch (15), Carles Biviña (7), Xavier Balle (0), Llorenç Llompart (0) y Elhadji Diop (0).
25 de 41 en tiros de dos puntos, 8 de 20 en triples y 25 de 29 en tiros libres. 31 rebotes (23 defensivos y 8 ofensivos) y 19 faltas personales.
SANT JOSEP GIRONA (25+13+20+22): Albert Sabat (5), Darryl Middleton (2), Troy Devries (15), Miguel Feliu (15), Turon Bouldin (11), -cinco inicial- Josep Ortega (11), Eduard Jiménez (0), Jordi Bataller (2), Anti Nikkila (6) y David Navarro (13). 18 de 37 en tiros de dos puntos, 9 de 30 en triples y 17 de 19 en tiros libres. 33 rebotes (21 defensivos y 12 ofensivos) y 24 faltas personales.
Àrbitros: Garmendia Zorita y Serrano Velázquez. Sin eliminados.
El Bàsquet Mallorca vuelve a respirar. Tras cuatro jornadas en blanco, la escuadra de Xavi Sastre se sacudió anoche la presión con una gigantesca función colectiva y obsequió a los incondicionales del Palau con una victoria completísima y llena de brillo que destrozó los argumentos del Sant Josep Girona (99-80).
El partido arrancó entre la bruma para los baleares, que recibieron a su invitado sin Blanch ni Northern (el norteamericano tuvo que acudir al Hospital de Inca para asistir al parto de su mujer) en el quinteto inicial. El Girona aprovechó el despiste inaugural para imponer su gobierno en el electrónico, pero el encuentro se transformó tras rebasar la frontera del segundo cuarto. El Mallorca, con una serie de parciales demoledores en los que intervinieron a partes iguales todos sus jugadores, empezó a abrir una zanja en el marcador y se fue al descanso con una jugosa renta que le permitiría blindar la victoria (55-38).
El conjunto isleño mantuvo sus constantes a partir del tercer cuarto y terminó de desquiciar al Girona a base de presión, solidez defensiva y acierto en el tiro. Los locales llegaron a acumular una ventaja de 24 puntos (96-72) y aunque los catalanes lo maquillarían en los últimos instantes, la fiesta naranja se completó con algunas acciones para el recuerdo y con la presencia de los menos habituales.