Antich y Bauzá mantuvieron una reunión correcta en las formas. | M. À. Cañellas

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El presidente del Partido Popular, José Ramón Bauzá, anunció ayer, al término de su encuentro con el president del Govern, Francesc antich, que «no descarto presentar una moción de censura para anticipar de inmediato las elecciones». El dirigente conservador admitió que «todavía no hay una fecha de presentación de las mociones, todavía no lo hemos hablado con Unió Mallorquina». Respecto a la posibilidad de que en el Consell y el Ajuntament de Palma se adoptasen medidas similares, Bauzá no lo descartó «para que gobierne la fuerza más votada».
Sobre este punto, el president del Govern, Francesc Antich, que había recibido a Bauzá en el Consolat de la Mar por espacio de treinta minutos, advirtió que en el transcurso de la entrevista no se le había comentado esta posibilidad por parte del presidente regional del PP. «Ayer decía que no la presentaría (la moción de censura)», indicó el president, el cual consideró que un adelanto electoral «es una mala solución» y recordó la opinión en el mismo sentido de los agentes sociales.
«Si Bauzá puede, que lo haga», dijo Antich aludiendo a las posibilidades de una alianza del PP y UM para que prospere una moción de censura, «es democrático».
Desde su punto de vista «el PP en estos momentos no es una fuerza mayoritaria para gobernar, también está en minoría», argumento que expuso para defender su negativa a someterse a una cuestión de confianza, tal y como le reclama el PP.
Antich no ocultó su extrañeza por el discurso de Bauzá a la salida de su encuentro, indicando que durante la entrevista «no me he sentido amenazado, no me he llevado la impresión de que esto fuese el Vietcong».
Para Bauzá la reunión de ayer fue «un paso atrás» ya que se había sentido «abochornado», «abrumado» por la actitud del president Antich «que se ha atrincherado en el Consolat de la Mar». Desde su punto de vista «hemos venido a ofrecer estabilidad institucional para sumar el 80% de la representación de los ciudadano», aunque excluyendo al Bloc del Govern.
Ambos dirigentes calificaron de «cordial», «agradable» y «correcta» su reunión de media hora en los salones del Consolat.