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Las familias de los 62 militares que murieron en el accidente del Yak-42 que se estrelló en Turquía el 26 de mayo de 2003 esperan un juicio tranquilo, sin sorpresas y con una sentencia que establezca indemnizaciones superiores a las que ya se concedieron en el anterior proceso, en el año 2006.

Así lo ha explicado a EFE uno de los abogados de la Asociación de Familias de las Víctimas del Yak 42, Eudald Vendrell, con motivo de la repetición del juicio civil por este caso, a partir del próximo lunes, 1 de febrero, en el juzgado de primera instancia número 12 de Zaragoza.

El anterior juicio se celebró en la Feria de Zaragoza los días 24 y 25 de enero de 2006, y las familias solicitaron entonces unos 60 millones de euros en indemnizaciones a las tres compañías juzgadas: la compañía aérea ucraniana Ukranian Mediteranean Airlines (UM Air), su reaseguradora también ucraniana Busin Joint-Stock Insurance y la contratista alemana Chapman Freeborn.

El juez que llevó el caso, Angel Dolado, quien fue posteriormente recusado, estableció una indemnización global de 10 millones de euros, pero finalmente la Audiencia Provincial de Zaragoza decidió anular el proceso al entender que una de las empresas juzgadas, Chapman Freeborn, no había sido emplazada correctamente.

El letrado Eudald Vendrell ha insistido en que se enfrentan a este proceso con cierta «insatisfacción» por tener que «repetir algo que ya se hizo, y se hizo bien», con la principal diferencia de que se contará en esta ocasión con representantes de la contratista alemana, que «seguro que se va a defender con más fuerza».

Sorpresas e imprevistos que puedan suceder durante el juicio no esperan ni los abogados ni las familias, ya que es un juicio civil, se conocen las pruebas que se van a presentar y las declaraciones que se van a escuchar, ha dicho Vendrell.

Ha recordado que estaban de acuerdo con la primera sentencia, teniendo en cuenta que reconocía responsabilidad y negligencia por parte de las tres empresas, pero no con las indemnizaciones que, a su juicio, fueron «insuficientes» y, por ello, van a insistir para que sean «superiores».

Por su parte, el hermano de uno de los fallecidos en el accidente del Yak-42 y portavoz de los afectados en Aragón, José Antonio Gracia, coincide en que no espera ningún tipo de sorpresa durante el juicio, pero está convencido de que Chapman «va a hacer lo posible por volver a fastidiar o retrasar» el juicio, para evitar así hacer efectivas las indemnizaciones.

En su opinión, el proceso anterior se celebró «con todas las garantías» y es tajante al afirmar que no entiende por qué se recusó al juez Angel Dolado, que hoy es juez decano de Zaragoza.

El juicio por este caso se repetirá en Zaragoza entre el 1 y el 4 de febrero con la comparecencia de trece personas, entre testigos y peritos, sólo en horario de mañana pero con la posibilidad de que las sesiones se prolonguen por la tarde si es necesario.

Para el primer día se han programado los interrogatorios de Russi Batliwala, representante legal de Chapman Freeborn, contratista inglesa del vuelo accidentado y entidad codemandada, y de Sergio Manzanos y Fermín Pérez, propuestos por la parte demandante, que en el momento del accidente estaban destinados en el Ala 31 y la EADA del Ejército del Aire, en Zaragoza, y que testificaron que viajaron en el vuelo de ida a Afganistán y que no recibieron billetes.

El accidente del Yak-42 tuvo lugar el 26 de mayo de 2003 en Turquía y en el mismo murieron los 62 militares que volvían a España desde Afganistán, además de la tripulación.