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La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a 17 años de cárcel a un joven de 24 años de edad por robar a dos prostitutas en Palma y violar a una de ellas. El acusado admitió en el juicio que él también ejercía habitualmente la prostitución y excusó su comportamiento en el consumo habitual de cocaína.

La sentencia considera probados los dos episodios que ocurrieron con cinco días de diferencia en octubre de 2008. El fallo también condena a cinco años y medio a otro hombre, de 30 años, que participó en el primero de los hechos junto al principal acusado.

El primer asalto se produjo en una vivienda de la plaza Mediterráneo. El principal acusado acudió allí junto a su compañero para mantener relaciones con una prostitua. El acompañante le esperó en el coche y él, tras el servicio sacó una pistola de fogueo y encañonó a la meretriz, a la que dijo: «Esto es un asalto». A continuación revisó el resto de las habitaciones y encontró a otro hombre durmiendo, al que también amenazó. Tras atarlos a los dos, llamó a su compañero. Ambos se repartieron los papeles y, mientras uno de ellos mantenía retenidas a las dos víctimas, el otro fue a un cajero y sacó hasta 400 euros. Después, regresó a la vivienda y ambos asaltantes huyeron sin desatar antes a las dos personas retenidas que se liberaron por sus propios medios.

Cinco días más tarde, el principal acusado llamó por teléfono a otra prostituta y acudió al piso de ésta en el Paseo Marítimo. Cuando la mujer le abrió la puerta, éste volvió a sacar la misma pistola de fogueo, encañonó a la víctima y la llevó hasta la habitación, donde le colocó unos grilletes. Primero registró la estancia y tras hacerse con varias joyas, un teléfono móvil y unas gafas de sol, cogió un cuchillo de gran tamaño. Con él en la mano, desató a la mujer y le dijo que podía obligarla a mantener relaciones sexuales con él por la fuerza. Coaccionada, la víctima accedió a sus pretensiones. La mujer compareció en el juicio y ratificó su denuncia contra el principal procesado, al que también acusaba el abogado de la víctima, Gregorio Sanjosé.

El acusado y su cómplice fueron detenidos más tarde por el Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía. En la operación, los agentes consiguieron recuperar buena parte de los objetos robados.

La sentencia, contra la que la defensa del principal acusado va a recurrir ante el Tribunal Supremo, condena a éste por dos delitos de robo con intimidación y uso de armas, otros dos de detencion ilegal y uno de violación. A su acompañante le considera responsable de un delito de robo con intimidación y dos de detención ilegal.

La condena se basa en la declaración de las tres víctimas, además de la de los propios acusados, que reconocieron su participación en los dos robos. El principal acusado negó eso sí la violación, aunque reconoció haber mantenido relaciones sexuales con ambas prostitutas y después haberlas asaltado influido por el consumo de drogas. La sentencia señala que no se ha apreciado una drogadicción grave y que el acusado buscó en el consumo un efecto de aplomo para cometer con mayor seguridad los delitos.