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Con sólo cinco años de juventud dedicado a la escritura cambió el rumbo poético de Francia. La vida de Jean Arthur Rimbaud (1854-1891), convertida en cabaret, es el hilo conductor del nuevo espectáculo de Iguana Teatre, No te'n riguis de Rimbaud, que se estrena en el Teatre del Mar el 7 de enero. Podrá verse hasta el día 17 del mismo mes.

El autor francés, que falleció a las 37 años sin que sus revolucionarios poemas hubieran sido todavía reconocidos, tuvo una vida «fascinante», admite Pere Fullana, director del montaje. La obra arranca en Marsella, donde Rimbaud murió después de que le fuera amputada una pierna. Para entonces, hacía tiempo que había olvidado las letras: «Acabó conviritiéndose en traficante de marfil, armas y esclavos en Àfrica». Esto fue después de haber participado en la Comuna de París, haber vivido una «relación tempestuosa» con Paul Verlaine, casado, o haberse alistado en el ejército. En realidad, sólo se dedicó a escribir entre los quince y los veinte años.

«Pensamos que sería muy interesante relatar su vida utilizando las formas y los lugares comunes del cabaret, para acercarnos a su sarcasmo e ironía», explica Fullana. «Nos basamos en los cabarets literarios del siglo XIX, que también eran habituales en el período de entre guerras en Alemania». Otra de las influencias es Joan Brossa y su «poesía escénica». Como resultado: Canciones, bailes, ventriloquia, números cómicos y magia se unen sobre el escenario en un show «entretenido, divertido, irónico y desmitificador».

Caterina Alorda y Joan Bauçà actúan como maestros de ceremonias. Interpretan a dos personajes basados en la obra Une saison en enfer, de Rimbaud, el «marido infernal» y la «virgen loca». Ambos, acompañados constantemente por el pianista Agustí Aguiló, nos dan a conocer otros elementos de la obra del poeta, así como pasajes de su agitada y «autodestructiva» existencia.

No te'n riguis de Rimbaud comienza con «el dramatismo» de la muerte del autor, con las cartas que su hermana envió a la madre cuando el literato agonizaba. Después inicia un rewind que llegará hasta su nacimiento, a modo de «historia inversa». El conjunto es un «cóctel agridulce, propio del cabaret», explica Fullana, autor de la dramaturgia junto a Carme Planells. Las letras de las canciones originales han sido creadas por Joan Melià, quien se ha adaptado al espíritu de este «ritual poético tragicómico».