El príncipe Andrés, en una imagen de archivo.

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El príncipe Andrés de Inglaterra, hijo de la reina Isabel II, ha negado «categóricamente» haber mantenido relaciones sexuales con una mujer estadounidense que aseguró haber sido forzada a ello cuando era tenía 17 años.

El duque de York, tercer hijo de la jefa de Estado británica, hizo esta afirmación en una entrevista con la cadena BBC divulgada esta noche para esclarecer sus vínculos con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores y que apareció ahorcado en su celda de Nueva York el pasado agosto.

Virginia Giuffre ha asegurado en EE.UU. haber mantenido relaciones íntimas con el príncipe hasta tres veces, una de ellas en el piso de una amiga de él en el barrio de Belgravia de Londres.

El príncipe, cuya amistad con Epstein ha causado controversia en el Reino Unido, admitió haberse hospedado varias veces -unas cuatro- en las residencias del empresario en EE.UU. pero que en ningún momento llegó a sospechar que hubiera comportamiento inapropiado por parte del empresario, condenado en 2008 a 18 meses de cárcel por tráfico sexual de menores.

Andrés dijo que conoció a Epstein a través de su amiga Ghislaine Maxwell, hija del fallecido magnate de la prensa Robert Maxwell. La estadounidense Virginia Giuffre ha asegurado haber tenido relaciones con el príncipe entre 2001 y 2002, una de ellas en Londres, otra en Nueva York y una tercera en la casa de Epstein en las islas Vírgenes.

Esta mujer llegó a indicar concretamente que tuvo relaciones con el príncipe el 10 de marzo de 2001 en Londres, algo que el duque rechazó porque, según aseguró, había llevado ese día a su hija mayor, la princesa Beatriz, a una fiesta en una pizzería de Woking, a las afueras de Londres, antes de pasar la noche en su casa.

«No ocurrió. Puedo decirle categóricamente que nunca pasó. No me acuerdo haber conocido alguna vez a esta señora», insistió varias veces el príncipe, que por momentos se tomaba un tiempo para responder a las preguntas de la periodista Emily Maitlis.

Los medios han sacado a la luz esta amistad y llegaron a publicar hace unos meses unas fotos del año 2010 en las que se veía al duque en la mansión de Epstein en Nueva York despidiéndose de una joven mientras ésta se marchaba de la vivienda y también otra en la que aparecía el duque con la mano en la cintura de Giuffre.

Reconoció, además, que se hicieron análisis para establecer si esa foto con Giuffre -que el príncipe insistió en que no se acuerda- había sido trucada, pero que esas pruebas nunca fueron concluyentes.

Esta es la primera vez que el duque, de 59 años, habla públicamente sobre sus vínculos con el empresario, hallado muerto en su celda de Nueva York el pasado 10 de agosto mientras afrontaba nuevos cargos sobre conspiración de tráfico sexual de menores.
En la entrevista con la BBC, el príncipe admitió que antes de considerar la posibilidad de prestar declaración bajo juramento en Estados Unidos sobre las acusaciones, buscará asesoramiento legal.

El duque aclaró que no lamentaba haber sido amigo de Epstein debido a las oportunidades que le brindó de aprender sobre el sector empresarial cuando era enviado especial de comercio antes de 2011.

Al responder a la pregunta de por qué se quedó en casa de Epstein, en 2010, tras la primera condena del empresario, contestó que es algo que lamenta «cada día» y que fue algo que no debió hacer «por ser miembro de la familia real y nosotros tratamos de mantener el nivel más alto» de comportamiento y eso «no ayudó».

En su día, agregó el príncipe, le pareció que quedarse en el domicilio del empresario era fácil y «conveniente», pero que en retrospectiva lo que hizo fue algo «equivocado».
Andrés describió una de las casas de Epstein como un lugar de mucha actividad, con gente que iba y venía, pero que en ningún momento llegó a sospechar de algo inapropiado.
Giuffre es una de las 16 mujeres que han declarado haber sido víctimas de los abusos de Epstein y, al parecer, llegó a afirmar en unos documentos judiciales en EE.UU. que fue obligada a mantener relaciones íntimas con el duque cuando tenía 17 años.

Además de Giuffre, otra mujer, identificada como Johann Sjoberg, afirmó en unos documentos legales en EE.UU. que el príncipe le tocó los pechos mientras los dos estaban sentados en un sofá del piso de Epstein en Manhattan en el año 2001.
El palacio de Buckinhgam llegó a afirmar en el pasado que esas acusaciones eran «falsas» y «sin fundamento» y que «cualquier sugerencia de conducta inapropiada con menores» no era cierta.