Rihanna, durante la sesión de fotos en la mezquita de la que fue expulsada. | Instagram

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Vestida o semi desnuda, allá donde va la cantante Rihanna, la lía. Este fin de semana, la intérprete de Barbados fue expulsada de uno de los recintos de la gran mezquita de Abu Dabi en la que llevó a cabo una sesión de fotos que los responsables del edificio religioso calificaron de "inapropiada".

Pese a que Rihanna cumplió con las normas de vestimenta (lucía un mono negro y la cabeza cubierta), las poses sugerentes y el color de sus labios y uñas no terminaron de gustar a las autoridades de la mezquita.

Según éstas, la sesión fue realizada durante una visita privada y sin haberse coordinado previamente con la administración. Por ello "se le pidió que se marchase antes de entrar en la propia mezquita, después de que tomase fotografías que no se corresponden al estatus sagrado" del lugar, según explicó el responsable en un comunicado.