La actriz estadounidense Amanda Bynes posa a su llegada, el domingo 5 de junio de 2011, a la entrega de los MTV Movie Awards. | Efe

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Amanda Bynes está metida en una espiral muy preocupante de la que le costará salir. Fue detenida el pasado jueves cuando las autoridades acudían a su casa y Amanda se encontraba haciéndose un cigarrillo de marihuana y se disponía a fumársela.

Al llegar las autoridades a su casa, a Amanda no se la ocurrió mejor idea que tirar un Bong por la ventana, y cuando la preguntaron que qué era respondió que solo era un florero.

Esto es el principio del fin de Amanda. Una fuente cercana a Amanda habló con la revista 'Radar': «Dos días antes de la detención de Amanda estaba bastante fuera de control. En este punto, todo el mundo sabe que fuma marihuana, pero es la combinación de esa hierba con éxtasis, Percocet y Roxicontin lo que realmente hace que se esté volviendo loca».

«Amanda no consume estos medicamentos de forma moderada, lo hace de forma constante y la hacen delirar, que es lo que sucedió justo antes de ser arrestada». «Amanda nunca está en un estado normal. Siempre está bajo los efectos de las pastillas y es algo ya habitual para ella, para que se comporte de una manera 'normal', pero no se da cuenta de que su realidad está completamente alterada»

Las 48 horas antes de ser detenida, Amanda se afeitó totalmente la cabeza debido a un ataque paranoico que la dio. Sus padres, muy preocupados por la situación de su hija, no creen que la única causa de su estado sean las drogas, piensan que tiene que haber algo más.

Ella en sus twits niega todo, niega que tirara un bong por la ventana, niega que consuma drogas afirmando que solo fuma tabaco y afirma que fue acosada sexualmente por un policía.

Sin duda es una situación muy delicada para la que necesita ayuda de sus familiares y amigos además de personal especializado. Sus padres contemplan la idea de meterla en un centro psiquiátrico para que su hija pueda recibir el tratamiento adecuado y recuperar su salud mental.