La empresaria Alicia Koplowitz, en una imagen de archivo. | Bernardo Rodr

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Las pruebas de ADN demuestran que Carlos Iglesias es el quinto hijo de Ernesto Koplowitz Sternberg, padre de las empresarias Alicia y Esther Koplowitz.

Así lo ha manifestado Eva Solivella, la abogada de Carlos Iglesias, tras la vista que se ha celebrado en el Juzgado de Primera Instancia número 49 de Madrid para estudiar la demanda de filiación de Carlos, que asegura ser el quinto hijo de Ernesto Koplowitz Sternberg.

El constructor es padre de las hermanas Alicia y Esther -fruto de su matrimonio con Esther Romero- y de Ernesto e Isabel Clara -nacidos de su relación con Isabel Amores-.

«Estoy feliz», ha dicho Iglesias, a la salida del Juzgado, donde ha mostrado su satisfacción por este «reconocimiento de la realidad» que ha logrado demostrar con «tenacidad» y «confianza en la justicia».

Iglesias ha agradecido «de manera clara y sincera» el apoyo que ha recibido de sus hermanas Alicia y Esther a lo largo de su vida, aunque «nunca han tenido la obligación» de ayudarle.

Su letrada, Eva Solivella, ha explicado que el resultado de la prueba de ADN ha sido «contundente» y se ha mostrado «contenta», a la espera de la sentencia.

A la vista fijada para hoy, además del demandante, ha acudido Ernesto -el hijo mayor de Ernesto Koplowitz Sternberg-, pero no han asistido Alicia y Esther Koplowitz.

Ernesto Koplowitz ha indicado que la prueba de ADN confirma en un 99,9 por ciento que Carlos Iglesias es hijo de Ernesto Koplowitz Sternberg, al tiempo que ha subrayado: «a pesar de todas las oposiciones recalcitrantes de mis hermanas, Carlos lo ha ganado».

Tras apuntar que no ha intentado hablar con sus hermanas de este asunto, Ernesto ha reconocido la «enorme tenacidad» de Carlos, aunque ha estimado que «debe tener mucho conflicto de sentimientos encontrados».

Ha lamentado «enormemente» que sus hermanas Alicia y Esther no hayan hecho acto de presencia en el Juzgado, pero no ha querido calificar su decisión.

Ernesto ha expresado su apoyo «absoluto» a Carlos, a quien trajo de Venezuela cuando tenía 8 años, le pagó su educación en Suiza, le consiguió trabajo en la Fundación Koplowitz y se ocupó de él «como un padre».

Ha mostrado su alegría de que Carlos «haya conseguido por fin lo que se merece todo el mundo, que es el derecho a ser uno mismo» y ha opinado que su padre estaría «muy contento» con esto.

Carlos presentó una demanda de filiación en el año 2000, que se archivó por un defecto procesal, pero que años después volvió a plantear y que ahora «ha ganado, contra todo pronóstico, con una prueba fehaciente obtenida a partir de los restos exhumados de nuestro padre», ha precisado Ernesto.

El Juzgado ordenó en 2011 que fueran exhumados los restos de Ernesto Koplowitz Sternberg para comparar sus genes con los de su supuesto vástago, Carlos Iglesias, que vive en Suiza y es funcionario.