La llegada de las tropas cristianas ante la cruz de Santa Ponça. | Gabriel Alomar

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Las costas de Santa Ponça fueron protagonistas un año más del histórico desembarco del Rei En Jaume I con sus tropas cristianas, en una representación que conmemora el 783 aniversario de la Conquista de Mallorca en 1229. El fragor de los sables dio comienzo tras la concentración de naves cristianas en la bahía de Santa Ponça, frente a la cruz que conmemora este trascendental acontecimiento. Fue un momento de especial emoción compartido por el numeroso público asistente, entre turistas y residentes.

Tras el desembarco, tuvo lugar el desfile de las colles de ambos bandos contendientes, presididos por los gegants de Jaume I y la reina Violant, y amenizados por los xeremiers y la Banda Municipal de Música, junto a la Banda Deltambó y la Escuela Caballista Es Pas, de Calvià. Nada más poner pie en tierra, las huestes cristianas fueron recibidas por los sarracenos, quienes opusieron una feroz resistencia, plasmada en tres enfrentamientos sucesivos: en la cruz, el Calo d´en Pellicer y la playa grande, énclaves históricos que marcaron la pugna finalmente resuelta por los portadores de la cruz ante la rendición de los estandartes con la media luna. Cerca de   1.500 personas, participaron en las nueve ‘colles’ cristianas y nueve moras. La figura del monarca mallorquín estuvo interpretada por Jaime Cabezas, al frente de los Cavallers Teutons; la del rey moro, por José Rios, con Isamaq.

La celebración tuvo lugar en el marco de las Festes del Rei En Jaume con un programa de actos que dio comienzo el pasado día 31 de agosto y culmina hoy, y que incluye también conciertos, un mercado medieval con exhibiciones de tiro con honda, cetrería y torneos deportivos.