El futbolista inglés David Beckham, en una imagen de archivo. | Efe

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Si fuera el cumpleaños de Victoria habría sido más pomposo, caro y  selecto. Pero David Beckham se conforma con mucho menos. A él le vale  con que sus hijos le sorprendan con pequeños detalles y poder pasar  el día junto a los suyos.

Lo cierto es que David Beckham ha tenido un cumpleaños muy  especial. Treinta y siete años no se cumplen todos los días y sus  hijos han querido que su papá empiece a celebrarlos desde primera  hora de la mañana.

David Beckham fue sorprendido por los niños nada más despertarse  con un típico desayuno británico de huevos revueltos, bacon y  salchichas. El orgulloso futbolista estaba tan feliz fue publicando  en su página de Facebook una a una las fotografías de los detalles  que sus hijos le iban regalando.

Llegó la noche y Victoria dejó a los niños en casa y llevó a su  marido a ver el partido de sus queridos Lakers, aquí fue cuando  ocurrió el conocido el momento 'KissCam'. Lo que David no se esperaba  es que tras el partido, su mujer le regalaría una camiseta de este  equipo de baloncesto dedicada por su jugador favorito.

El día acabó con una elegante cena. Victoria fotografió el feliz  momento junto a la madre del futbolista en la que se preparaba para  soplar las velas. La tarta de su 37 cumpleaños estaba decorada con  láminas de chocolate blanco y tenían escritos los nombres de sus  cinco hijos. La sonrisa de David lo decía todo.