Foto de archivo del Príncipe Harry de Inglaterra. | Reuters

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El Príncipe Harry no se cansa. Conocidísimas son ya sus juergas por todo el mundo y, aunque había bajado el ritmo en estos últimos meses, ahora ha decidido dar rienda suelta a su parte más festiva en la ciudad más movida de Estados Unidos, Las Vegas.

Como no podía ser de otra manera, Harry no dejó pasar la oportunidad de disfrutar de una noche de fiesta en la ciudad de los casinos ahora que reside en Estados Unidos. El hijo menor del Príncipe de Gales se encuentra realizando unas prácticas militares que le han llevado al país americano.

El entrenamiento militar, que dura dos meses, está llegando a su fin y parece que Harry ha querido celebrarlo con sus amigos en un club de Las Vegas. Aunque intentaba pasar desapercibido, en esta ocasión no lo logró. El espectacular despliegue de seguridad que lo rodeaba levantó todas las sospechas a su entrada en el club Tryst de Las Vegas.

Harry, por supuesto, no iba solo. Estuvo acompañado durante toda la noche por cuatro amigos y dos amigas, aunque como es habitual, no dejó pasar la oportunidad de ligar con otras chicas. De hecho, según revela People, Harry estuvo merodeando a una rubia con la que al final se arrancó a bailar. Según varios testigos, el hijo de la malograda Lady Di bailó muy agarrado a ella y entre los dos «no corría el aire».

FIESTA VIP

Sin embargo, no todos los que estaban el viernes por la noche en este club de Las Vegas pudieron ver al Príncipe y a su 'séquito'. La propia discoteca les ofreció un reservado en la zona VIP donde se pudo ver a Harry bebiendo «combinados con grosella y tónica».

Harry y sus amigos llegaron al club en torno a las doce de la noche y parece que disfrutaron, porque incluso el propio Príncipe se atrevió a ponerse de rodillas y bailar para una de las chicas que se encontraba en la mesa contigua.

Durante todo el tiempo que estuvieron en el club, multitud de chicas y curiosos se acercaron para poder ver al Príncipe Harry, aunque su equipo de seguridad aplacó a estos 'fans' alegando que era una «fiesta privada».

Finalmente, los siete amigos abandonaron la sala a las tres de la mañana. En ese momento, Harry decidió no continuar con la fiesta y se retiró a su habitación en el hotel Wynn Las Vegas.