Los Reyes y los Príncipes de Asturias, posan junto al emir de Catar, Hamad Bin Jalifa al-Thani, y su esposa, Mozah Bint Nasser, al inicio de la cena de gala. | Efe

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A la cena en el Palacio Real han acudido, además de Zapatero y varios ministros de su Gobierno, representantes de empresas con vínculos con Qatar, entre ellos el presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, a cuyo equipo patrocina la fundación que impulsa la jequesa Mozah en apoyo de la educación y la ciencia en los países árabes, Africa y Asia y cuyo logo lucen las camisetas azulgrana, o el presidente de ACS, Florentino Pérez.

Entre los invitados también se ha podido ver a otros directivos de empresas como BBVA, Iberdrola, Técnicas Reunidas, Villar Mir, Iberdrola, Gas Natural, Abengoa, Navantia o Europa Press. Y en representación del mundo de la cultura, los actores Antonio Banderas y Melanie Griffith.

El Rey, que mantiene excelentes relaciones con las monarquías del Golfo, quiso tener una deferencia con el emir de Qatar desde el primer momento en que éste pisó suelo español. Por eso decidió acudir esta mañana, acompañado de la Reina, al aeropuerto de Barajas para recibir a pie de avión al emir de Qatar y a su esposa.

No es habitual que los miembros de la Familia Real reciban en el mismo aeropuerto a una autoridad extranjera, aunque ésta no ha sido la primera vez. Los Reyes acudieron también a Barajas para recibir en la pista a Abdalá y Rania de Jordania en 2010 y Don Juan Carlos hizo lo propio con el rey de Arabia Saudí en 2008.

Tras la llegada del emir esta mañana a Barajas, los Reyes les ofrecieron un recibimiento oficial con honores de ordenanza en el Palacio Real de El Pardo, como marca el protocolo de las visitas de Estado.

Posteriormente, almorzaron con el emir de Qatar y su esposa en el Palacio de la Zarzuela, acompañados por los Príncipes de Asturias.

Estímulo
El Rey ha confiado en que la visita que el emir de Qatar, Hamad bin Khalifa al-Thani, ha iniciado este lunes a España sirva para «estimular» que los empresarios y agentes económicos de ambos países «ahonden en su conocimiento mutuo y tracen nuevos planes de colaboración».

«Nuestras excelentes relaciones políticas deben servir de acicate para dar un salto cualitativo en materia de cooperación económica y comercial», ha defendido Su Majestad, en la cena de gala que ha ofrecido al emir de Qatar y su esposa, la jequesa Mozah bint Nasser, en la que ha reivindicado el papel de las empresas españolas en sectores como las infraestructuras y los transportes, hasta las telecomunicaciones y las energías renovables.

Según Don Juan Carlos, las autoridades de ambos países «tienen el mayor interés en fomentar proyectos empresariales y la inversión recíproca, que a buen seguro redundarán en beneficio «de los dos pueblos.

Con motivo de la visita que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, realizó al emirato a finales de febrero pasado, Qatar anunció compromisos de inversión en España por valor de unos 3.000 millones de euros, de los que hasta el momento se ha concretado la compra de un 6,17 por ciento de Iberdrola por más de 2.000 millones por parte del fondo Qatar Holding.

Falta por concretar 300 millones de euros que irían destinados a recapitalizar cajas de ahorro españolas y otra partida a una empresa española de telecomunicaciones. Además, compañías españolas aspiran a ganar contratos con motivo del ambicioso plan de infraestructuras que Qatar ha diseñado de cara al Mundial de Fútbol que acogerá en 2022 y para el que ha previsto una inversión inicial de 150.000 millones de dólares.

El emir de Qatar, sin embargo, no ha hecho ninguna alusión a cuestiones económicas en sus palabras durante el brindis. Sí ha mencionado el «orgullo» de la presencia árabe durante ocho siglos en España, lo que convierte a este país en «puente de civilizaciones entre Oriente y Occidente».

El emir ha hecho referencia al momento de «transición» que viven en la actualidad los pueblos árabes, cada uno de los cuales «tiene sus responsabilidades y consecuencias, sus esperanzas y aspiraciones».