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La fiesta más sentida de los poblers vivió su punto álgido la noche del sábado al domingo. Después del espectáculo piromusical, este año dedicado a Maria Pascual Bea y Llorenç Mascaró Peret, muchos vecinos de sa Pobla se acercaron a los foguerons de sus calles para empezar la fiesta de Sant Antoni.
La mayoría de hogueras contaba con invitados de otras localidades que no querían perderse la velada poblera. Todo estaba a punto para empezar y compartir entre brasas la comida tradicional de estas fechas: Sobrassada, botifarrons, lomo, xulla o llangonisses se convirtieron en los protagonistas gastronómicos de la noche. Además, los foguerons también contaban con coques de verdura, de trempó o de pimientos y con espinagades de anguila o de lomo. Cuando llegó la medianoche, las ximbombas sonaron con las típicas gloses por las calles de sa Pobla. La Plaça Major se convirtió en el epicentro de la fiesta, donde jóvenes y mayores evocaban el «Visca Sant Antoni!» y disfrutaban de la fiesta.