Víctor Uris | Redacción Cultura

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Acaba de grabar un disco: "Victor Uris Boogie Thing" junto a los músicos Balta Bordoy, Hugo Sócrate, Toni Reynés, Pep Lluís García, Llorenç Barceló y Nicolás Soto. Se trata, esta vez, de un CD, editado por Blau, que contiene diecisiete temas con un variado repertorio de maestros del blues urbano y eléctrico de los años 60 y 70. Y que, probablemente, harán mover el
esqueleto a todo aquel que lo escuche. Victor Uris Pasqual nació en Palma el 20 de marzo de 1958. Es músico. Está soltero. Le gusta la música. Lleva casi 30 años con su armónica subiendo y bajando de los escenarios, entrando y saliendo de diferentes estudios de grabación. Jazz, blues, rock, boggie...
Xisco Busquets.- ¿Sigue cantando en inglés?
Victor Uris.- En este CD, sí. ¿Cree que hay algún problema con esto?
X.B.- No, pero quisiera saber, ¿qué le aporta cantar en un idioma que no es el suyo?
V.U.- Aprender, sentir y disfrutar como con cualquier otro idioma. Por cierto, la música tiene un idioma universal, independientemente de la lengua que se utilice.
X.B.- Y las letras, ¿también pertenecen a la cultura americana o tienen algo que ver con nosotros?
V.U.- Las letras pertenecen a la cultura americana y cuentan vivencias personales de todo tipo, supongo que, como todos somos personas, algo tendrá que ver con nosotros.
X.B.- Ya. Disculpe, no sé si hoy me he levantado un poco impertinente, pero quisiera saber si... ¿No está un poco desfasado el blues después de tantos años?
V.U.- ¡Ya le veo ya la cara que pone hoy...! El blues es como el flamenco, el jazz, la música latina, la bosanova o el rock. Es música popular, intemporal y por tanto siempre está viva. ¿Vale?
X.B.- Bueno, ahora va a ser usted el que se cabrea...
V.U.- ¡Es que ha empezado con el idioma, la cultura, ahora que si el blues está desfasado... ¿pero esto qué es?
X.B.- ¿No ha tenido nunca un mal día, Victor?
V.U.- Más de uno, pero procuro no hacérselo pagar a nadie.
X.B.- ¿Hacemos las paces? ¡Si yo todavía me acuerdo de 'Harmònica Coixa Blues Band...'!
V.U.- Y yo también, y con mucho cariño. Gracias a ella estoy hablando con usted.
X.B.- ¿A quién se le ocurrió poner un nombre así al grupo?
V.U.- ¿Así? ¡Ya estamos otra vez...! Es como cualquier otro nombre, ¿no? Por cierto, se me ocurrió a mi.
X.B.- ¿Es una manera de 'integrarse'?
V.U.- Yo no tengo que integrarme. ¿Usted me ve raro?
X.B.- ¡No, no, disculpe! ¿Tan mal le suena la palabra 'integrarse'?
V.U.- No, no me suena mal, me suena a lógica.
X.B.- ¿Está usted integrado en la sociedad palmesana?
V.U.- ¡Yo soy parte de la sociedad palmesana desde que nací!, ¿usted no?
X.B.- Si hombre, yo también. Quería decir si puede ir a los bares de marcha con su silla de ruedas.
V.U.- Claro que sí, en estos lugares nunca hay problemas, la gente es muy agradable.
X.B.- ¿Y en otros lugares?
V.U.-Yo voy a todos los sitios que me apetece ir, mientras no haya barreras arquitectónicas.
X.B.- ¿Quién ha hecho más para quitar las barreras de ésta ciudad?

“Un luchador y gran persona a la vez: Guillem Fullana. Ha trabajado mucho y bien durante más de 40 años, tanto individualmente como en las distintas asociaciones a las que ha pertenecido”

V.U.- Un luchador y gran persona a la vez: Guillem Fullana. Ha trabajado mucho y bien durante más de 40 años, tanto individualmente como en las distintas asociaciones a las que ha pertenecido. Y también desde la Coordinadora de Minusválidos.
X.B.- Amigo Victor, ¿desde cuándo usa silla de ruedas?
V.U.- Desde los 17 años.
X.B.- ¿Qué le pasó?
V.U.- Tuve un accidente de moto.
X.B.- ¿Y cómo se ve el mundo desde la silla de ruedas?
V.U.- Igual que desde cualquier otro sitio.
X.B.- ¿Acepta plenamente su situación o, de tanto en cuanto, se rebela?
V.U.- No pienso en esto, y, desde que tengo uso de razón, me rebelo siempre contra todo lo que no me gusta.
X.B.- ¿Qué cosas no le gustan?
V.U.- Las guerras, la destrucción del medio ambiente, la prepotencia, la hipocresía y la mentira, cosa muy habitual entre los que manejan este mundo.
X.B.- ¿Qué tal anda de recursos financieros?
V.U.- Ya sabe usted que andar lo que es andar, ando poco.
X.B.- (Risas) ¿Qué preferiría ser millonario o poder caminar?
V.U.- El dinero no me importa. Y caminar o no caminar, ya le he dicho, que hace tiempo que no me preocupa.
X.B.- ¿Qué le pide a la vida?
V.U.- Que me deje poder vivirla durante mucho tiempo.
X.B.- Pida tres deseos...
V.U.- Salud, paz y amor para todo el mundo.
X.B.- Iba a decirle: concedidos, pero ahora estamos en crisis...
V.U.- ¿Qué religión es ésta?
X.B.- ¿Cómo dice?
V.U.- "Todo por la Pasta" es el lema que nos ha conducido a esta situación.
X.B.- ¿Por qué político mallorquín pondría la mano en el fuego?
V.U.- Sólo pongo las manos en el fuego para calentarme.
X.B.- ¿Ya tiene pensado a quién va a votar en mayo?
V.U.- ¿No es el mes de las flores? Pues votaré a algún capullo. ¡O a la Virgen María, que también es el mes que hace fiesta...!
X.B.- ¡No sea irrespetuoso que lo echarán de su barrio...! ¿Le gusta vivir en Es Capitol?
V.U.- Me encanta. Y lo que más me gusta de mi barrio es que sigue siendo un sitio agradable para vivir, a pesar del humo y el ruido de los coches.
X.B.- ¿Cómo aliviaría el ruido si fuera el alcalde de Palma?
V.U.- Empezando por no confundir la música con el ruido. También diría a los ciudadanos que una ciudad sin ruidos no existe. Por cierto, los que se quejan del ruido de la ciudad cuando se van al campo no soportan el canto de un gallo o la campana de la iglesia. La cuestión es quejarse.
X.B.- ¿Cree que, en general, el palmesano acoge bien al que viene de fuera?
V.U.-Yo creo que en general el palmesano vive y deja vivir, pero siempre hay algunas excepciones que dan la nota.
X.B.- Y ¿Los inmigrantes se integran con facilidad?
V.U.- Poco a poco se van integrando, esa es una faena que lleva su tiempo y que depende tanto de los inmigrantes como de los "indígenas". Pero yo creo que en general se integran mejor los de ahora que algunos de los que vinieron en los 60.