Pere Pavia | ultimahora.es

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Tiene varias esculturas en las calles y carreteras de Mallorca, una muy querida es 'Dona cosint' (delante de la Iglesia de Sant Miquel, Palma) otra, el 'Monument a les Valentes Dones' en Sóller. Pere Martínez Pavía nació en Melilla el 18 de enero de 1927. Es escultor. Está casado con Francesca Moll (hija del ilustre filólogo menorquín Francesc de Borja Moll). Tiene 4 hijas y 2 nietos. Le gusta todo lo relacionado con la creatividad: teatro, escultura, arte...

No aparenta la edad que tiene. Es vital, rápido de movimientos. Cariñoso, amable, creativo... y tiene buenas ideas. Si se aplicaran, el mundo cambiaría a mejor. Quizás la clave sea que vive enamorado de su pareja, se les puede ver paseando cogidos de la mano...
Xisco Busquets.- ¡Tengo sana envidia de usted al verle a sus 84 años paseando con su pareja de la manita como si tuviera 16 años...!
Pere Pavia.- ¡Es muy bonito lo que dice! Siempre vamos cogidos de la mano (Risas) ¡Es que la quiero mucho!
X.B.- ¿Cómo se consigue llegar a la edad madura tan enamorado?
P.P.- Bufff! ¡También he tenido fracasos sentimentales muy fuertes! Pero el secreto es entregarse, y si la otra persona también lo hace, pues es extraordinario.
X.B.- Vostè ha topat bé!
P.P.- Sí, sí he tenido mucha suerte. Hay parejas que se separan, y hay que aceptarlo porque forma parte de la vida.
X.B.- ¿Cómo es usted, Pavia?
P.P.- Lógico. Coherente. Procuro dejar las cosas secundarias e ir a lo esencial. Soy lógico pero apasionado, si no fuera así, no sería un artista. La lógica, su lógica también la emplean los capitalistas. Yo soy lógico con pasión.
X.B.- Usted nació en Melilla...
P.P.- Mi padre era maestro carpintero de Artillería y nos trasladábamos de ciudad en ciudad. En Galicia, me llamaban 'el andaluz'. En Andalucía, 'el gallego'. Y así... Por ideología soy de donde vivo, me adapto al lugar.
X.B.- Yo le conocí siendo profesor del colegio Lluis Vives...
P.P.- Sí, siempre me he dejado llevar por mis vocaciones. Allí montamos un aula de expresión corporal que fue la primera del Estado. Luego fui el director de la Escola Municipal de Teatre de Palma. ¡Disfrutaba con los alumnos y además cobraba...!
X.B.- ¿Cuándo llegó a Palma?
P.P.- A los 13 años. Y a los 14 empecé como escultor. Soy la última generación que se formó en un taller. Hoy ya no hay talleres sino escuelas (Artes y Oficios...) Antes había mucho trabajo, en los edificios ponían esculturas, en las iglesias, pasos de Semana Santa... A los 20 años me independicé y pasé de ser artesano a ser artista.
X.B.- También hizo dos o tres carteles, creo que para la Obra Cultural Balear, donde se veía una persona con la cabeza de un asno y una inscripción: "No siguis ase"
P.P.- (Risas) Sí, sí. Y otra de una persona con media cabeza que decía: "Alerta a lo que hi ficau"
X.B.- Actualmente ¿De qué manera se debiera de colaborar, o no colaborar, para que el mundo sea mejor?
P.P.- En la vida normal, la única posibilidad es con el ejemplo personal. No predicar nada, sino hacer. Ser amable, cariñoso, creativo.

Ahora se habla de los anti-sistema, yo creo que son unos románticos que no quieren ser comunistas. Los anarquistas han pasado a la historia y es una pena”

X.B.- ¿Queda algo del movimiento anarquista?
P.P.- Ahora se habla de los anti-sistema, yo creo que son unos románticos que no quieren ser comunistas. Los anarquistas han pasado a la historia y es una pena. En el siglo XIX, cuando la burguesía se hacía muy fuerte, el hambre unió a los trabajadores, se hacían asambleas y se creó este movimiento de hermandad entre la gente.
X.B.- Sobretodo en Catalunya.
P.P.- La burguesía catalana hizo matar a muchos anarquistas, ojo los anarquistas también mataban, pero esto se acabó. Hoy en día el sistema mundial es tan poderoso que cuando llega una crisis la arreglan ellos mismos.
X.B.- ¡Pero si son ellos que crean las crisis dando créditos a los gobiernos para cosas que no son necesarias a sabiendas que no podrán devolver el dinero...!
P.P.- Sí, y esto les sirve de excusa para bajar los salarios. Yo no soy un político sino un idealista en el sentido más noble de la palabra.
X.B.- ¿A quién piensa votar, Pavia?
P.P.- Ufff! Tots fan oi...! Cuando hacen discursos en la tele quito el sonido. A veces no voto al que me gusta, sino que voto a uno para que no gane otro. ¡Lo que ha habido en Mallorca con la corrupción del Partido Popular...! ¿Se imagina que ganen? No se comprendería.
X.B.- Prescribe.
P.P.- Sí, prescribe, tiene razón. Tiene huevos. Prescribe pagando o yendo a misa (Risas)
X.B.- ¿Es una farsa la democracia que tenemos?
P.P.- Uno piensa: democracia o dictadura. Indirectamente estamos manipulados. Tenemos una cierta libertad pero vivimos en la dictadura del dinero. Todo se manipula. ¡Prefiero no hablar de arte: los coleccionistas...! Miquel Barceló, es bueno pero hay muchos como él. Para mí, Pep Bover era un genio pero no encontró un coleccionista y como él, en la vida, hay muchos. Con los cantantes, pasa lo mismo.
X.B.- ¿A usted dónde lo catalogamos?
P.P.- Yo no he rechazado ser millonario ni famoso pero no he corrido detrás de nadie, ni lo haría nunca porque total me he de morir igual que todos: pobres, ricos, religiosos...
X.B.- ¿Cómo arreglaría el mundo, Pere?
P.P.- No estoy capacitado. El mundo es así. El Universo es infinito. Las matemáticas me interesan mucho. Cuando muera me convertiré en un gusano que servirá de abono para que nazca una flor, que se la comerá una cabra. La leche de la cabra se la beberá un niño. Esto es Dios. El Universo está por encima del pensamiento del ser humano.
X.B.- ¿Sigue siendo un luchador?
P.P.- Sí porque la sociedad está en manos del dinero. Incluso los comunistas de hoy (véase Corea) son unos caps de fava!. El capital domina el mundo, con dos portaaviones que vendieran darían de comer a mucha gente. La ambición del ser humano estropea la convivencia. La sociedad te crea necesidades y si no las tienes, te angustias.
X.B.- ...
P.P.- Hoy en día los ordenadores se comen el tiempo de los jóvenes jugando a matarse unos contra otros. Otra paradoja: las religiones, que se dan de hostias entre ellas en nombre de cada Dios. ¡Qué se pongan de acuerdo, hombre! n