Glòria Julià. | S. Amengual

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Llunàtiques nació el verano de 1995 por iniciativa de Glòria Julià y Catalina Perelló. Ambas estaban en la edad de Queta y Teo. Aún no habían definido sus preferencias poéticas y sólo conocían un modo de expresarse, el de la espontaneidad. Glòria y Catalina maltrataron la guitarra hasta que aprendieron a dialogar con ella. Y a medida que su proyecto se consolidaba, iban incorporando nueva gente. Músicos con experiencia, a veces. Músicos que compartían su voluntad de innovar, otras. Llunàtiques, actualmente, al margen de Glòria Julià (voz) y Catalina Perelló (guitarra i voz), cuenta con Raquel Hernández (percusión), José Martínez (congas), Francesca Artigues (piano y voces) Maria Caldentey (flauta) y Lluís Vivern (bajo). Ha publicado dos maquetas: Crineres (2001) y Kubêmbura (2006). Y un CD con la discográfica Blau-Discmedi: diLLUNS (2009), en el que comparten la voz poética de Blai Bonet, Antoni Vidal Ferrando, Joan Salvat-Papasseit y otros. En 2007, al pie de la piscina de Pedro J. Ramírez, se hicieron con el primer premio del certamen sa Marjal. La canción ganadora (A sa Marjal a nedar) llevaba letra de Antoni Caldentey adaptada a una conocida melodía de Víctor Jara.
Al margen de su participación en Llunàtiques, Glòria Julià es una de las voces poéticas más interesantes de las surgidas en esta última década. Clandestima (Edit. Capaltard, 2006) la avala.

Sorprende por su franqueza y espontaneidad. Contagia simpatía. Glòria Julià (Portocolom, 1983) se licenció en filología catalana (UB, 2007) y ha publicado un libro de poemas, "Clandestima" (2006). Es una de las fundadoras de "Llunàtiques", un grupo que en sus actuaciones combina canción, poesía e imagen. Tiene un disco en el mercado: "diLLUNS" (2009). Su risa (que no sonrisa) es un don. Se lo comento. Me responde:
Glòria Julià.- Qué bien. Es un halago. Lo cierto es que procuro ver el lado positivo de las cosas. Y claro, sin hiel, una le pone buena cara a la vida.
Llorenç Capellà.- En cambio viste una camiseta con la imagen de Frida Kahlo.
G.J.- ¿No le gusta ?
L.C.- Sí. Pero Kahlo era una mujer atormentada.
G.J.- Porque su vida estuvo marcada por la tragedia. No obstante, sus ganas de vivir la hicieron continuar hacia adelante. Además, me gusta su pintura. Y en lo humano rompió esquemas.
L.C.- Diego Rivera, su compañero, pecaba de machista.
G.J.- Y ella lo quiso con locura, es cierto. Pero se burlaba de su machismo. Y las amantes de él, también eran las de ella.
Frida rompió esquemas, seguro.
L.C.- ¿Así de fácil ? ¿Los esquemas se rompen como si fueran huevos?
G.J.- ¡No! Los hay que presumen de romper con todo y, en realidad, no rompen con nada. El colectivo de poetas "Pèl Capell" se dio a conocer rompiendo esquemas.
L.C.- ¿Y ?
G.J.- Ya rompe menos. El mundo literario que criticábamos es el mundo que nos absorbe. Y a mí no me interesa bailar al son del sistema. Para romper esquemas no basta componer un verso así o asá, sino que se ha de entender la vida de una manera más fresca, más natural de lo que impera. Han de romperse esquemas en las relaciones de pareja, a favor de la igualdad de sexos
L.C.- ¿Proponiendo referéndums como en Arenys de Munt?
G.J.- También. Los de Arenys han protagonizado un acto de dignidad y de valentía del que deberíamos tomar ejemplo. ¿Que desde el imperio de Madrid lo critican ? ¡Allá ellos! Espero que pronto podamos votar por la independencia en los pueblos de Mallorca. Aunque no sé...
L.C.- ¿Qué es lo que no sabe ?
G.J.- Si el resultado será favorable a los independentistas.
Los mallorquines saben o intuyen que somos un pueblo diferenciado del español, pero aún falta mucha pedagogía para que lo asuman.
L.C.- ¿Aceptaría la bandera española si en vez de lucir el águila fascista o el toro de Osborne reprodujera la imagen de Mickey Mouse?
G.J.- No, porque un símbolo define a un país, pero un país es algo más que un símbolo. Y yo veo a España como un país rancio
L.C.- ¿Y nosotros, los catalanes, no tenemos algo de rancio?
G.J.- Ya lo creo. Sobre todo si tomamos a los políticos como ejemplo. Ninguno me inspira confianza. Llegué a identificarme con los de ERC, pero me han decepcionado tanto y tanto
L.C.- ¿Hay divorcio entre la clase política y la sociedad?
G.J.- Total. El desencanto de la gente es enorme. Y no sólo entre la de izquierdas, sino también entre la de derechas. Los políticos viven en una bola de cristal, ajenos a la realidad de la calle.
¿Cómo no se dan cuenta de ello ?
L.C.- ¿Les pasa algo parecido a los intelectuales?
G.J.- Probablemente. Aunque no sé si éstos, los intelectuales, asumen algún tipo de compromiso social. En realidad
L.C.- ¿Qué ?
G.J.- Si lo que hago yo, poesía y canción, me da derecho a considerarme una intelectual, le aseguro que nadie me ha pedido opinión. ¿Y sabe qué le digo ?
L.C.- ¿Cómo voy a saberlo ?
G.J.- Lleva razón Pues le digo que la gente que pasa de mis discursos está en su sano juicio. Estoy para aprender, no para dar lecciones. En Portocolom, los vecinos se han opuesto al paseo marítimo que había proyectado en la anterior legislatura el Govern de Jaume Matas. ¡Y pudieron paralizar las obras ! Llunàtiques les apoyamos. Y me sentí orgullosísima de lo conseguido.
L.C.- Usted no se aburre.
G.J.- Pocas veces. Tengo infinidad de proyectos, aunque escribo muy poco. Necesito que me motive algo muy potente. Además, soy muy exigente conmigo misma y reelaboro lo que escribo una y otra vez. "Clandestima" fue un primer experimento Como poeta me interesa más el contenido que la forma, tal vez porque me cuesta horrores escribir un soneto. ¡Vaya si me cuesta !
L.C.-...
G.J.- Le cito a Víctor Jara: Quien cuenta sílabas es esclavo y quien canta es libre.
L.C.- Por esto usted canta.
G.J.- Sería una razón válida. Pero esta otra también es suya: Cada hombre que canta es un soldado menos.
L.C.- Ya.
G.J.- En mis poemas me fijo en el contenido. Y en el ritmo. El ritmo es básico. Soy Acuario. Y el profesor Alegret afirma que los escritores Acuario estamos obsesionados con el ritmo.
L.C.- ¿Qué más dice Alegret ?
G.J.- Que somos de carácter abierto y que tenemos la habilidad de reconvertir la poesía popular en culta. Mosén Alcover también era Acuario.
L.C.- Entonces usted y él son almas gemelas.
G.J.- ¡No!
L.C.- ¿Cómo que no ?
G.J.- Le admiro, pero cada cual a lo suyo.
L.C.- Hábleme algo más de su poesía.
G.J.- Escribo menos de lo que quisiera. Ahora me obligo a escribir un poema para un homenaje a Miquel Bauçà. Y no sé si sabré.

Para escribir necesito identificarme y apasionarme con lo que hago ”

L.C.- ¿Por qué dice eso ?
G.J.- Porque para escribir necesito identificarme y apasionarme con lo que hago. Y Bauçà fue un escritor que nos dejó cosas maravillosas y otras ¿qué voy a decirle ? No tan brillantes. Hay un lado opaco en Bauçà. Muestra desprecio hacia las mujeres.
L.C.- Bauçà era de Felanitx.
G.J.- Pero no llegué a tratarle. Dicen que era extraño, introvertido Yo me quedo con el Bauçà de sus primeros poemas. "Una bella historia" es un poemario luminoso. En cambio paso de sus libros de matiz filosófico.
L.C.- ¿No le interesan?
G.J.- Para nada. Pese a su pretendida brillantez. Afirma, por ejemplo, que el teatro es el mayor aburrimiento del mundo. Y ahí sí que es original.
L.C.- No crea. Ya lo dijo Machado hace medio siglo.
G.J.- Pues, mire, retiro lo de la originalidad. Ya le digo, sólo me interesan sus poemas. Aunque mi poeta de referencia continua siendo Maria Mercè Marçal. Bebió de Salvat-Papasseit, de Lorca Pero es creativa, personal. Uno de sus libros, "Llengua abolida", es una auténtica maravilla. Se me pasó por la cabeza estudiar su obra a fondo.
L.C.- No lo hizo.
G.J.- Finalmente me decidí por la de Margalida Pons, otra gran poeta. Es una lástima que Margalida dejara de publicar. Tiene poemas buenos, muy buenos Ambas, tanto Pons como Marçal, apuestan por la belleza de la vida, son vitalistas. Como lo fue Salvat-Papasseït.
Me aprendí sus poemas en el bachillerato. ¡Y ahora yo los enseño a mis alumnos, en el instituto !
L.C.- ¿Y los aceptan?
G.J.- Les gustan. Los estudiantes piensan que la literatura es algo aburrido. Y, claro, si les hacen leer La Celestina o El Quijote Pero Salvat es otra cosa. Salvat es la vida.
L.C.- Que es lo que usted esparce a raudales.
G.J.- ¡Qué bien!
L.C.- ¿Qué tiempo hubiera aguantado casada con Unamuno?
G.J.- ¡De Nadal a Sant Esteve !
L.C.- ¿Un solo día?
G.J.- Que hubiera sido inacabable.
L.C.- Seguro que, entre los poetas, le gusta Rosselló-Pòrcel.
G.J.- Muchísimo. Y curiosamente no se le valora como se merece.
Algo parecido le pasa a Blai Bonet Quizás sea porque en el mundo literario aún perduran algunos resabios franquistas. Yo no comparto la alta estima que se dispensa a la obra de Maria Antònia Salvà.
Ni, por supuesto, cantaría ninguno de sus poemas.
L.C.- Lo afirma con un indisimulable desdén.
G.J.- Procuro respetarla. Literariamente habrá hecho cosas positivas, pero yo no podría cantar los versos de quien hizo odas a Franco.
Es cuestión de ética. Su posicionamiento político la aparta de Llunàtiques.
L.C.- ¿Cuándo nació Llunàtiques?
G.J.- Hace once años. Fue cosa mía y de Catalina Perelló, mi amiga del alma. Éramos adolescentes y sentíamos la necesidad de expresarnos. Nuestros referentes eran la Nova Cançó y el rock.
Yo aportaba entusiasmo, ella disciplina. Rasgueábamos la guitarra: rac-rac!
L.C.- Actualmente, en Llunàtiques, son más de dos.
G.J.- Se han incorporado músicos de calidad. Y entre todos hemos ido conformando el proyecto actual del grupo. Hemos aprendido a dinamizar la escena. Cantamos, interpretamos, nos valemos del video
L.C.- Permítame retroceder. ¿Qué le ha hecho Franco que no lo traga?
G.J.- ¿Qué me ha hecho, dice ?
L.C.- Sí, usted es veinteañera.
G.J.- Pero sé escuchar. Y la memoria no sólo se nutre de las propias experiencias, sino también de los recuerdos que los demás nos transmiten. Mi madre cantaba las canciones de Lluís Llach a escondidas, en la rectoría del Port. Y la primera canción que yo aprendí fue L'Estaca. Fíjese en la sociedad.
L.C.- Me fijo.
G.J.- Está vacía de ideales.
L.C.- Sí.
G.J.- Esto es franquismo.
L.C.- Vale.
G.J.- Mis abuelos eran de derechas, pero durante la guerra ayudaron tanto como pudieron a los de izquierdas. Quien es de izquierdas, en la familia, es mi madre. Y ella me influyó. Aunque más de una vez se habrá arrepentido, porque sufre pensando que pueda meterme en algún fregado. Llego a casa de un rojo intenso y no sabe como calmarme.
L.C.- ¿Quiénes son sus enemigos?
G.J.- No tengo. O no los conozco. Tampoco odio especialmente a nadie. Soy de carácter explosivo, pero los enfados se me pasan en dos minutos. Empleo el 'feisbuc' para dar los buenos días a mis amistades con dos versos.
L.C.- ¿Y las buenas noches ?
G.J.- Con otros dos. Estoy en el 'feisbuc' para relacionarme con la gente.
L.C.- Si saca una silla en el portal y se sienta a ver quién pasa
G.J.- También haré amigos. ¡Seguro! Y lo hago. En las noches de verano cojo mi plato de "pa amb oli" y ya me tiene en la acera platicando con cualquiera.
L.C.- ¿En su imaginario tienen cabida Mickey Mouse i Neruda?
G.J.- ¡Huy! No conozco suficientemente a Neruda para contestarle. Pero algo en común les encontraría ¿no ?
L.C.- Sueñe con ellos esta noche.
G.J.- Podría hacerlo, porque vivo los sueños de una manera impresionante.
Y cuando despierto, me recreo en el recuerdo.
L.C.- ¿Son bonitos?
G.J.- Preciosos. Vivo historias maravillosas. Tan maravillosas que si me despierto por lo que sea, me doy media vuelta entre las sábanas y las recupero. Me pregunto: ¿dónde estaba ? Y en medio minuto ya estoy en onda.
L.C.- Y de sus miedos ¿qué me dice?
G.J.- Le temo a la soledad. Y a las dolencias. Y a la muerte.
L.C.- Déjelo.
G.J.- Cuando veo el dolor de otras gentes o de otros pueblos, me siento en parte culpable. ¿Sabe por qué ? Me reconozco una privilegiada de la vida.
L.C.- ¿Qué pasa si llueve y no tiene paraguas?
G.J.- ¿Qué va a pasar ? ¡Me río!