Anna Solanas, Marc Riba, Elías Torres, José Àngel Sintes, Aina Calvo, Nanda Ramon, Jaume Medina, Sebastià Perello, padre de Pere Perelló, y Joan Comasòlivas. | Alejandro Sepúlveda

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Muchos de los asistentes a la gala de los Premis Ciutat de Palma 2009 se vieron sorprendidos en sus butacas por un déjà vu. Sí, si cambiamos la actuación de Miquela Lladó por la de Maria de Medeiros del año pasado y el nombre de los premiados, prácticamente, retrocederíamos al 20 de enero de 2009. La misma puesta en escena, con una excesiva sobriedad que roza la sosura, y las nuevas explicaciones sobre quiénes fueron Camilo José Cela, Guillem Sagrera, Llorenç Villalonga o Joan Alcover marcaron la entrega de estos galardones, que premiaron por partes iguales a creadores de Balears y de Catalunya.

Detalles a un lado, la fiesta de la cultura fue presentada por Pere Estelrich e Inmaculada Villalonga, quienes se encargaron, en primer lugar, de citar el nombre de los ganadores de las becas de investigación de este año, dotadas con 6.000 euros.

Cultura popular

En el área de ciencias naturales fue premiado el proyecto El patrimoni paleontològic de Palma. Catalogació, caracterizació i valoració. Propostes de gestió, de Bernat Morey, Guillem Mas y Joan Ripoll; Javier Riutort obtuvo la de cultura popular por Relats, receptes i arts de pesca: una etnografia marítima del barri de Santa Catalina; mientras que la de ciencias sociales fue para La Seu de Mallorca. La prelatura del bisbe Joan Vic I Manrique, de Bartomeu Martínez, y L'Arquitectura de Guillem Forteza a Palma. Estudis de projectes i escrits, de Francesca Tugores.

La regidora de Cultura, Nanda Ramon, fue la encargada de dirigir las primeras palabras, muy electoralistas, a los asistentes. «La cultura no es un lujo, no es ornamentación, sino una herramienta de cohesión social», dijo Ramon, quien, sin duda, aprovechó la ocasión y el aforo completo para repasar los proyectos desarrollados por su departamento. Así, citó el Consell Municipal de Cultura, la declaración de Palma como ciudad refugio, las rehabilitaciones del Mar i Terra, Can Serra o el Balaguer o la apertura de bibliotecas, entre otras.