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La fiscal pide dos años y medio de cárcel para un joven de 20 años de edad, juzgado ayer en Palma por la muerte de un menor de 16 años de edad en un accidente de tráfico ocurrido en la madrugada de San Juan de 2007. Ambos viajaban junto a otras dos personas en el mismo vehículo, un Nissan Primera. Los cuatro regresaban en torno a las siete de la madrugada a Palma desde sa Rapita, donde habían celebrado la noche de San Juan.

Según un testigo, el joven hizo un adelantamiento, en la maniobra perdió el control del vehículo y se estrelló contra el quitamiedos. Por su parte, los dos guardias civiles que investigaron el siniestro confirmaron que el accidente se produjo por un exceso de velocidad. El velocímetro del coche marcaba 103 kilómetros por hora cuando se detuvo.

La velocidad cuando perdió el control era superior, ya que el automóvil se frenó al derrapar antes de chocar. Como conductor novel no podía ir a más de 80 kilómetros por hora. Esa noche era la tercera vez que conducía ese vehículo y además dio una tasa de alcohol en sangre de 0'6, el doble de lo permitido para estos conductores. El joven fallecido salió despedido del vehículo ya que no llevaba cinturón de seguridad. Además, habían colocado una mesa en el asiento del medio de atrás.