Chayanne paseó ayer por la zona de la Seu. | Julián Aguirre

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Fue en febrero del año 2004 cuando vimos y fotografiamos a Chayanne en Mallorca, concretamente en Palma, saliendo de comer del restaurante Caballito de Mar, en sa Llotja, algo que el cantante portorriqueño ignoraba, pues no recordaba que hubiese estado anteriormente en la Isla. «Cuéntame -nos preguntó-, ¿yo había estado antes aquí?». Así fue. Un viaje con motivo de la gala musical, celebrada en el Auditorium, de la inauguración del Museu Es Baluard, titulada «Por amor al arte».
«Uff», resopló con una sonrisa. Y, para prueba y coincidencia, el reencuentro y saludo que tuvo con Cristina, una admiradora a quien ya saludó en aquella ocasión. «Viajo por tantos sitios que en ocasiones no me acuerdo», aseguró. Camino del coche que le esperaba junto a las escalinatas de la Costa de la Seu, Chayanne nos comentó: «Tenéis una ciudad bellísima». Es precioso todo lo que veo».
Expectación
Durante su recorrido por la Catedral levantó gran expectación entre los grupos de turistas que visitaban el museo. Simpático y siempre con una sonrisa, no negó ni una sola foto a las chicas y mujeres que se le acercaban. Y es que, por cada hombre que le saluda, más de un centenar de mujeres le besan, piropean o quieren fotografiarse junto a él. Precisamente las mujeres fueron quienes predominaron en el concierto que organizó la noche anterior la Fundación Iberostar y Unicef a beneficio de proyectos para la infancia. Una labor en la que se encuentra muy vinculado y quiere ofrecer todo el apoyo que sea posible para ayudar a la infancia.
«¿Volver a Mallorca?, no lo sé -contestó-, pero sí me gustaría hacerlo con la familia, porque esto es para disfrutarlo con ellos».