Ruslan Rohovento, Iryna Lezhanska, Nikita Shestopal, Oleksandre Zndanov, Anastasia Dashyna, Viktoriya Manchenka, Olga Senchukova y Angelina Lebedieva. | Curro Viera

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La asociación Per Ells lleva ya once años desempeñando una labor excepcional, trayendo a nuestra isla durante los veranos a niños y niñas procedentes de zonas del sur de Bielorrusia y el norte de Ucrania, la zona más castigada por la catástrofe de Chernobyl. Estos pequeños, que en su mayoría viven en orfanatos, encuentran en nuestra isla un clima idóneo para ellos, alejado de las zonas aún contaminadas y sobre todo un ambiente que les hace olvidar la dura situación que viven todavía en muchos de los casos. Este año han sido una treintena los que han sido acogidos por unas semanas por familias de la Isla a través de Per Ells, y para ellos se celebró, a modo de despedida, una cena en el restaurante Son Sant Martí, entre Muro y Can Picafort. La velada sirvió para que todos los que participan en este programa de acogida y colaboran con esta entidad se reunieran y disfrutaran de una fiesta a la altura de una labor tan importante.