Las encarnizadas luchas llegaron al cuerpo a cuerpo con un dramatismo muy realista.

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Las tropas del capitán Joan Angelats se impusieron ayer de nuevo a los corsarios de Argel que intentaron invadir el valle bajo el mandato de Eludj Alí. Miles de disparos de escopeta y cientos de descargas de arcabuz y de espingarda (estas últimas armas en manos de los argelinos se incorporaron ayer por primera vez a simulacro) retumbaron durante toda la tarde como eco de las batallas que se celebraban en conmemoración de los hechos históricos del 11 de mayo de 1561.

Los colectivos de pagesos, pageses y moros han trabajado sin descanso durante los últimos meses para conseguir otro Firó espectacular, aunque ya resulta difícil superar siempre el del año anterior. Un tiempo espléndido, con sol y brisa suave, acompañó la fiesta y facilitó su disfrute a los cerca de mil participantes que, entre miembros de los colectivos y otros «independientes», consiguieron espectacularidad y calidad sin que apenas se produjeran incidentes. Y ello a pesar de que los espectadores fueron este año numerosísimos. Prácticamente hasta el último rincón de Sóller estaba ocupado por vehículos de visitantes atraídos por la fama de la que seguramente es la fiesta popular más espectacular de la Isla.

Desde la arenga del Capità Angelats, pronunciada sobre las tres de la tarde al avistarse en la costa la naves corsarias, hasta la batalla final en la Plaça de la Constitució, se sucedieron las vistosas luchas en las playas de Can Generós y Can Repic y en el Pont de la Mar, imponiéndose finalmente las milicias populares mallorquinas.