Julio Martínez, Esperanza Crespí, Jesús Valls, María Antonia Garau, Fernando Gilet, Ana Aguiló, Antonio Escámez y su esposa, Gari Durán, Mateo Isern, Teresa Palmer, José Ramon Bauzá, Pilar Ribal, Ignacio Alcaraz, Marta Blasco y Rogelio Araujo, en el Casal Solleric. FOTOS:EUGENIA PLANAS

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La Nit de l’Art reunió, como es habitual cada año, el espíritu característico de la fiesta tradicional, la energía ecléctica de las inauguraciones y la aventura de una ruta de arte por las calles del centro de la Palma “intra muros”. Durante una noche, las galerías de arte y los artistas invadieron la ciudad mientras miles de visitantes se disponían a explorar las estrechas calles peatonales para descubrir algunas de las exposiciones, instalaciones y performances más destacadas de la temporada artística.

Los artistas que exponían sus obras en una noche tan destacada ansiaban la respuesta del público deseoso de arte y soñaban con eufóricas ventas como consecuencia de la alegría festiva del momento, las autoridades seguían la ruta marcada y el ciudadano de a pie lucía modelito para la ocasión en una noche donde era posible encontrase al “todo Palma” en calles, bares y galerías de arte. En estas últimas se pudieron contemplar las obras de artistas internacionales y locales, como en el Casal Solleric, donde, además, exponían Miquel Salom y Marta Blasco. La moda llegó de la mano de Ars Nova a la Tesorería General de la Seguridad Social; las famosas meninas de Manolo Valdés ocuparon el espacio expositivo de la galería Vanrell, y algo más impactante e irreverente, incluso, llegó de la mano de Velcha Vélchez, en la Fran Reus.

El galerista Oliver Maneu presentó las formas orgánicas de Martín Mas, y Alicia Framis denunció con su arte el maltrato a la mujer en el Museu es Baluard. El recorrido fue mucho más largo, e interesantes las propuestas de una Nit artística que siempre cuenta con la respuesta positiva de un público ávido de este tipo de encuentros culturales y, a la vez, sociales