Rafel Bosch, Pere Barceló, Inma de Benito, Gonzalo Echevarría, Cristóbal Villalonga, Rafael Perera, Cristòfol Sbert, Marilén Pol, Antoni Mas y Joan Rotger. | Eugenia Planas

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En el patio de La Misericòrdia, el Cuerpo Nacional de Policía celebró la festividad de su patrón, los Santos Àngeles Custodios, en el transcurso de un solemne acto presidido por el jefe superior de Policía, Bartomeu Campaner, ante las primeras autoridades de la Isla. Un momento emotivo de la noche fue cuando el delegado del Gobierno, Ramon Socías, se despidió de los policías tras ocho años en el cargo. «Espero no tener que veros en mi próximo destino porque me dedicaré, de nuevo, a la profesión médica». Otro de los momentos emotivos de la velada fue la entrega de medallas y distinciones. El magistrado-juez del Juzgado de Instrucción 3 de Palma, José Castro; el fiscal del TSJB Adrián Salazar; el capitán de la Guardia Civil Rafael Real; el jefe de seguridad del CNP, Guillermo Genovart; el subinspector Juan Antonio Pomar, el magistrado Juan Pedro Yllanes; y el mayor de la Policía Local de Palma, Justino Trenas, fueron condecorados con la medalla policial con distintivo blanco. También se tuvo un recuerdo muy especial para quienes perdieron su vida en acto de servicio. Es el caso de Alejandro Ribas, bombero de Palma; y de los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvà, asesinados por ETA.