Cinthya Leclercq, Julio Caballero, Elena Izquierdo, Eva Pérez, Claudia y David Guillén. | Eugenia Planas

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El hotel Melià de Mar vistió uno de sus salones con todos los motivos decorativos apropiados para celebrar una terrorífica fiesta de Halloween. Mónica Serra organizó el evento y se encargó de que todos los detalles crearan el ambiente propicio para disfrutar de la noche de los muertos vivientes. A partir de las once de la noche comenzaron a acudir a la cita vampiros, viudas, muertos vivientes y esqueletos danzantes que, apartando las telarañas, conseguían acceder a ese salón donde la madrugada iba a traer consigo acontecimientos extraños, divertidos mordiscos ensangrentados con carmín y muchas risas. No faltaron las calabazas con velas en su interior ni los candelabros que recordaban antiguas mansiones donde vivían los seres que danzaban en los salones del hotel de Illetes al son de la música del dj Quique Garau. Servían las copas chicas de mortecino rostro y ojos vivaces. Varones enmascarados daban un aire de misterio a la conversación y al baile de máscaras, colmillos y huesos.