La diversión se apoderó de la noche y los participantes combinaron humor y competición. | Guillem Mas

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La gincana nocturna de Cala Rajada volvió a ser un éxito. Más de 170 personas, repartidas en 24 grupos, disfrutaron de esta nueva edición, en la que tuvieron que bregar con pruebas como pintar sábanas con murales marineros sin manos y sin pies, tirarse en tirolina por el muelle, buscar llaves en una piscina de barro, realizar coreografías de canciones del verano, degustar menús con los ojos tapados o superar un puente de cuerda sobre el agua, todo ello con mucho humor y con gran parte de los participantes disfrazados para la ocasión.