Laudrup, atento a un entreno. | Monserrat

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Michael Laudrup recurre a su segunda unidad para tomarse el primer sorbo de la Copa. El entrenador del Mallorca tirará de su fondo de armario -deja fuera a Nunes, Webó, Castro, Ayoze y De Guzmán- en su estreno en un torneo que el conjunto isleño se ha tomado en serio en las últimas campañas (dos cuartos y unas semifinales) y que también le trae buenos recuerdos a Michael Laudrup: finalista en 2008 como técnico del Getafe. En el transfondo de la velada, desquitarse de la espina que le clavó el Sporting de Gijón hace apenas mes y medio en una de las peores funciones de la escuadra isleña en la presente temporada (Son Moix, 21.00 horas)

El encuentro, relegado a un segundo plano mediático -no será ofrecido por ninguna televisión- y oculto bajo la maleza de los casos que salpican a la institución (el conflicto con Gregorio Manzano y el eterno caso Nando Pons), medirá la solidez mental de un bloque que ha demostrado solvencia ante los grandes, pero que flaquea con los de su pelotón.

Laudrup retocará el once, aunque alineará a futbolistas que han desfilado por la pasarela de la Liga. Será un cóctel entre titulares y suplentes. Bajo los palos estará Germán Lux, con Pau Cendrós, Rubén, Martí Crespí y Kevin -tres mallorquines- en línea defensiva.

En la sala de máquinas, el técnico danés incrustará a Joao Victor y Tomás Pina, mientras que Pereira también es fijo en una banda. Por la otra, quizás Laudrup dé descanso a Emilio Nsue. Arriba, es previsible que apueste por Víctor Casadesús y Fernando Cavenaghi. Estarán en el banquillo Dudú Aouate, Ratinho, Ramis, Corrales, Martí, Sergio Tejera y Sergi Enrich.

Algunos de los focos de la velada alumbrarán a tipos como Germán Lux, que cumplió ante Osasuna en el único partido disputado en la presente temporada; o Rubén González, que querrá reivindicarse después de haber perdido su plaza no sólo en el equipo, sino también en la convocatoria, en las últimas semanas. Pereira, Pina, Joao Victor o Kevin disfrutarán de los minutos que reclaman para mostrar que tienen un hueco en Primera División.

También las luces apuntarán a la grada, donde la respuesta de la afición es otra de las incógnitas de esta noche.

El Sporting, por su parte, se presenta en la Isla con la intenci-ón de dar la sorpresa y hacerse perdonar por su entrenador tras el mal partido disputado en Getafe, que desató las críticas de Manolo Preciado, quien va a mantener sus habituales rotaciones en esta competición.

Preciado ha dejado en Gijón a varios titulares, como Gregory, De las Cuevas, Nacho Novo o Sangoy, además de los tocados Canella y Ayoze, lo que ha abierto las puertas de la convocatoria a tres jugadores del filial, el defensa Pedro Orfila y los centrocampistas Juan Muñiz y Sergio Alvarez, que tienen bastantes posibilidades de contar con minutos.

El Sporting ha viajado sin laterales zurdos, porque Preciado ha decidido dar descanso a José Angel, a pesar de saber que Roberto Canella aún no está totalmente recuperado de las molestias físicas que le están haciendo perderse las últimas jornadas de liga.

La ausencia de laterales zurdos supone que Preciado tenga que improvisar para cubrir esa demarcación en la que podría situar a uno de los dos laterales diestros, Lora o el mallorquín Sastre, o incluso a un centrocampista como Landeira o Portilla, ya que especialmente este último juega a veces en esa demarcación en los entrenamientos.